"Esto significa que prácticamente cada chileno conoce de alguien, un familiar, un profesor, un amigo que murió por covid-19", explicó a BioBioChile el doctor Mauricio Canals, académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile. “Nuestro país ocupa el quinto lugar en la tasa de letalidad observada, solo superado a nivel regional por México y Brasil", indicaron desde el Colmed.
La mañana de este domingo Chile superó las 50 mil muertes confirmadas por un caso grave de covid-19 a dos años y casi ocho meses de la llegada de la pandemia al país.
En el más reciente balance digital del Ministerio de Salud (Minsal), el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) agregó 25 decesos a la lista nacional, 21 de estos ratificados por un cuadro de SARS-CoV-2 más 4 considerados como probables o sospechosos.
De esta manera la cifra de defunciones confirmadas subió de 49.996 a 50.017 y el total de decesos ligados a la crisis sanitaria pasó de 61.652 a 61.677 .
Por grupo etario, el más afectado corresponde al de pacientes entre 80 a 89 años, con 13.378 muertes confirmadas de covid-19 en lo que va de la pandemia, un 26,75% del total.
Tras este quedaron las pérdidas humanas de personas entre 70 a 79 años (26,44%%) y los de 60 a 69 (18,72%).
Por región, la Metropolitana es la que más decesos confirmados acumula (23.709), por sobre Valparaíso (4.926) y Bío Bío (3.913 ).
Las zonas con menos muertes confirmadas acumuladas por covid-19 son Aysén (175), Atacama (568) y Magallanes (645)
Hasta hoy, los cuatro meses meses más mortíferos en registro de acuerdo al DEIS han sido junio de 2020 (4.775 decesos confirmados – con cepa Wuhan), junio de 2021 (3.429), abril de 2021 (3.109) y febrero de 2022 (3.029 – con Ómicron).
En cuanto a Gobiernos, la segunda administración del expresidente Sebastián Piñera dejó 43.659 muertes confirmadas y a menos de ocho meses de llegar al poder la gestión del presidente Gabriel Boric acumula 6.358 defunciones causadas por covid-19 (del total de 50.017).
Balance covid-19 30 de octubre
Respecto a los nuevos contagios, el Minsal reportó 5.228 casos nuevos de covid-19, y de este número 539 corresponden a personas sintomáticas y 104 no presentan síntomas. Así, la cifra total de contagios en el país es de 4.756.206 con 16.987 pacientes en etapa activa.
Por otra parte, 102 personas se encuentran hospitalizadas en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), con 64 están personas que están con apoyo de ventilación mecánica.
Relacionado al testeo, se informaron los resultados de 33.327 exámenes PCR y test antígeno, de esta forma ya hay un total de 46.134.828 exámenes analizados a nivel nacional. Con esto, la positividad en las últimas 24 horas a nivel país es de 15,53%.
Hito de fallecidos por covid-19 en Chile
Ante el hito en fallecidos, BioBioChile conversó con tres expertos y el Colegio Médico (Colmed) para conocer su análisis de la situación.
El consenso es que la pandemia – por mucho que así parezca – no se ha acabado, que la liberalización de medidas de prevención ordenada por el propio Minsal a partir del 1 de octubre, con la Fase de Apertura, fue muy brusca, no se aplicó en el momento indicado y que las muertes confirmadas que la pandemia lleva hasta el momento pasarán a la historia como algo “impresionante”, “lamentable”, “una cantidad muy alta” y una deuda con las familias de las víctimas.
Sumado a lo anterior los especialistas también concordaron en que la comunicación de riesgo ha sido defectuosa tanto en este Gobierno como en el anterior, con decisiones torpes y entrega confusa de mensajes en medio de la crisis sanitaria más grave del último siglo. Tantos problemas le ven que todos se refirieron a esto, de distinto modo.
“Lo que vivimos ha sido impresionante. Ojalá no lo vivamos hasta cien años más”, dijo a BioBioChile la doctora Marta Werner Canales, jefa de la unidad de epidemiología del Hospital Guillermo Grant Benavente y académica del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción.
También nos entregaron su análisis el doctor Mauricio Canals, académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile; Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello (UNAB); y la doctora Francisca Crispi, presidenta del Colegio Médico (Colmed) de Santiago.
¿Cómo pasará a la historia que 50 mil personas hayan muerto por covid-19 en Chile?
“Lo que va a pasar a la historia es que esta es una pandemia realmente lamentable porque tenemos oficialmente 50 mil fallecidos, pero en muertes probables según el DEIS son más de 61 mil”, partió Canals.
“Eso da que aproximadamente tres de cada mil personas hayan muerto en Chile, con la más alta tasa en Magallanes, alrededor de 4,2 por mil; y en la RM, de 3,2 por mil. Eso es bastante notable. Lo dije en una conferencia que tuve: esto significa que prácticamente cada chileno conoce de alguien, un familiar, un profesor, un amigo que murió por covid-19. Es realmente lamentable y va a pasar a la historia como una de las pandemias más graves del país”, agregó el especialista.
“La existencia de 50 mil muertos en lo que va de esta pandemia indudablemente es una cantidad muy alta que ha desplazado otras causas de mortalidad en nuestro país”, comentó por su parte Sánchez.
“En definitiva la recordaremos como una de las pandemias más grandes que ha vivido el país y la humanidad con consecuencias que todavía no terminamos de observar, porque las vamos a seguir viendo en meses y años”, alertó.
“Claro, 50 mil muertes es impresionante cuando uno lo mira, pero aquí no solamente hay que mirar el corte en un determinado momento, sino que observar la tendencia, de cuándo se están concentrando las mayores cantidades de fallecimientos y cómo se está comportando eso actualmente”, expandió en tanto Werner.
Con lo anterior, básicamente, Werner apunta a que si bien los casos llevan semanas al alza, la letalidad abrocha meses a la baja, algo que tranquiliza al sector epidemiológico en el tránsito de una pandemia hacia una endemia, aunque eso todavía esté lejos de volverse una realidad.
“Insisto, tienes que verlo en un contexto de tendencia a través del tiempo y ver otro elemento que también aquí es tremendamente importante, un análisis un poco más profundo de las personas que están falleciendo, cuál era su situación particular. ¿Estaban o no vacunados, tenían patologías crónicas? Aquí en el hospital lo vemos y son personas que pueden morir pero no necesariamente por covid. Tienen una patología de base que por el hecho de estar infectados por covid se debilitan y pueden fallecer, pero no necesariamente por covid, sino por su condición”, detalló.
Chile: quinto lugar en la tasa de letalidad observada
En el contacto Canals, una de las voces académicas más escuchadas en esta pandemia, reconoció que hace un tiempo que no hace cálculos de cómo se comparaba Chile con otros países en cuanto a muertes.
“La última vez que hice los análisis estábamos entre los 20 primeros del mundo y hay 200 países”, sostuvo.
En la respuesta entregada a BioBioChile desde el Colmed, sin embargo, el resultado fue peor aún.
“Nuestro país ocupa el quinto lugar en la tasa de letalidad observada, solo superado a nivel regional por México y Brasil, ambos países que en gran medida eligieron la opción de una circulación permisiva del virus en las primeras fases de la pandemia”, escribieron desde el gremio.
Al respecto, Crispi cree que “caracterizar estos años es crucial para analizarlo en su dimensión y complejidad. Para aprender y prepararnos para los desafíos sanitarios globales en el contexto de nuestras propias realidades”.
“Sin duda acá encontramos una primera caracterización necesaria a la hora de establecer una reflexión profunda y un debate sincero: ¿con qué cifra analizamos nuestro desempeño? Nos quedamos con el orgullo de un porcentaje de inmunización y dosis de refuerzo y olvidamos los más de 50 mil fallecidos que ha dejado esta pandemia en nuestro país?”, inquirió.
“Como Colmed creemos que para enfrentar esta pregunta debemos no parcializar los datos, no mirar solo lo que nos reafirme en nuestras posiciones a priori de análisis, sino sincerar, en homenaje a los fallecidos y sus familias, a los trabajadores de salud y a toda la ciudadanía en su conjunto, que nuestra gestión de manejo de la pandemia tuvo de luces y sombras, de altos y bajos, pues esta mirada sincera es la que nos permite avanzar, aprender y crecer como país”, concluyó.
Al mismo tiempo Crispi deslizó una auto crítica hacia el actuar del propio Colmed, que fue uno de los actores más lapidarios a la hora de fiscalizar al gobierno de Piñera, por un largo tiempo con apariciones diarias en matinales de TV.
“Sin dudas nuestro colegio también tiene un desempeño de altos y bajos. No creemos estar libres de haber cometido errores, de haber fallado en algún análisis, pero sí tenemos la convicción que cada una de nuestras vocerías tuvo el principio rector de cuidar la salud de la población y las mejores condiciones de trabajo de todos los que constituyen nuestra red sanitaria”, agregó Crispi.
Los problemas de Chile para ponerle rienda a la covid-19
El coronavirus llegó a Chile desde el sudeste asiático y el primer caso de la enfermedad se confirmó por parte del Gobierno allá por un lejano 3 de marzo de 2020.
El estallido social había sacudido los cimientos institucionales del país hace poco más de cuatro meses y tras una pausa por el verano las protestas volvían a preocupar a la gestión Piñera.
Pero meses antes el expresidente ya había recibido las primeras alertas de un susurro que provenía de oriente, con una extraña neumonía que estaba empezando a causar muertes en China.
“Misterioso virus que provoca neumonía causa nueva muerte en China y llega a Corea del Sur”, titulaba la Agence France-Presse el lunes 20 de enero, a solo semanas que lo que finalmente conocimos como covid-19 zamarreara a China a Europa y en consecuencia a nuestro país.
Y claro que Chile tuvo problemas para enfrentarla, pero no fuimos los únicos.
“El problema yo diría es mundial, que nadie sabía cómo enfrentar una pandemia de esta magnitud”, aseguró Canals.
“Chile tuvo un problema particular, que yo llamo la tormenta perfecta y se demostró en el primer semestre de 2021 con los llamados determinantes sociales: altísima desconfianza y altísima desigualdad socioeconómica en la población. Eso hizo que las intervenciones que se tomaron fueron profundamente ineficaces especialmente en ese periodo de altos contagios con Gama y alta letalidad, aproximadamente 2,3%”, expandió el doctor.
“Si uno lo piensa la alta desigualdad hizo que intervenciones como tipo cuarentenas fueran poco eficaces precisamente porque la población que era de menor nivel socioeconómico fue la que menos pudo reducir la movilidad durante los períodos de cuarentena”, zanjó.
Y si de cuarentenas se trata, para Canals la forma en la cual se ideó la Fase 1 del Plan Paso a Paso partió mal: no debería haber sido comunas, a su juicio, “porque se produce un efecto rescate de las vecinas. Ahí hubo un error en cuanto a decidir cuál era la unidad geográfica adecuada”.
“En Chile siempre se favoreció el desarrollo económico dando permisos de construcción, de vacaciones, liberalizando medidas para que no se produjera una catástrofe económica muy importante”, sumó.
Sánchez se manifestó en una línea similar, ratificando que la covid-19, particularmente los decesos causados por ella, le pegaron más fuerte a los más vulnerables económicamente.
“Creo que muchas de las medidas que tuvimos que usar no fueron acompañadas oportunamente con aportes financieros del Estado que permitieran que los grupos más pobres, donde se ha concentrado en mayor proporción la mortalidad y los contagios, tuvieran alguna posibilidad de cumplir con las cuarentenas, sin la obligación de salir a buscar recursos para mantener a sus familias”, lamentó.
Comunicación de riesgo reprueba con Piñera y con Boric
Pero sin duda la comunicación de riesgo de los dos Gobierno a cargo de la pandemia hasta el momento fue la parte que más críticas se llevó en nuestro diálogo con especialistas en salud.
“Ha sido el área más débil en los casi tres años que llevamos de pandemia”, lanzó Sánchez.
“Lo que siempre hemos dicho, hicimos la crítica antes y ahora también, es el tema de la comunicación de riesgo. A veces la información como se entregaba era relativamente contradictoria con respecto a lo que se estaba haciendo”, comenzó Werner.
Y la especialista penquista expuso su crítica con ejemplos: “muy tempranamente recuerdo que se mencionó que uno podía salir a compartir con personas en un café manteniendo distancia de dos metros. Información contradictoria”, sostuvo.
“Después empezar a aperturar las fronteras cuando teníamos una carga de casos acá bastante grande y no teníamos a una población con suficiente cobertura de vacunación. Abrir fronteras o malls parecía extraño, contradictorio y eso es lo que afecta la comunicación de riesgo”, continuó.
“Ahora también yo diría que el tema de la liberación de la mascarilla a todo evento salvo en establecimientos de salud también es una medida que puede sonar un poco osada en la situación actual”, prosiguió.
“Creo que la comunicación de riesgo adecuada ha sido y sigue manteniéndose como un pequeño talón de Aquiles”, señaló.
“Creo que en comunicación de riesgo (se) debe ser más estricto y categórico: en espacios donde uno va a estar más de media hora hacinado con más personas tiene que usar mascarilla. O sea en una micro uno no le puede decir a la persona ‘sáquese la mascarilla mientras mantenga un metro de distancia’. Uno cuando interactúa con una persona se acerca mucho más que un metro. Por eso uno tiene que tener, creo, esa comunicación tiene que ser clara y rotunda, no dejando a la decisión personal”, concluyó.
Colmed: comunicación de riesgo no siempre ha respondido adecuadamente a las necesidades
En tanto, desde el Colmed, Crispi llegó a un análisis similar que el de la doctora Werner.
“Durante el último tiempo la fatiga pandémica ha sido notoria y la comunicación de riesgo no siempre ha respondido adecuadamente a las necesidades del momento”, afirmó.
Así, recordó que la recomendación que hacen como Colegio Médico siempre ha sido mantener el uso de mascarilla en espacios cerrados, con poca ventilación y de alto flujo de personas, como el transporte público; y también frente a cualquier síntoma de enfermedad respiratoria como medida de autocuidado.
Aunque reconoció que apoyan las últimas determinaciones del Minsal en cuanto a covid-19, Crispi también señaló que, de todos modos, “el llamado es a no guardar la mascarilla, sino tenerla a la mano en caso de aglomeración o estar al lado de alguien con síntomas, a hacerse el test frente a cualquier sospecha de contagio y a completar el esquema de vacunación”, comentó.
“Creemos que antes de hacer un ajuste en las medidas hay que evaluar con datos precisos el momento actual. Los hechos nos han demostrado que los cambios en la información y mensajes que se entregan a la ciudadanía deben ser claros y planificados para que sean bien internalizados y tengan el efecto esperado”, destacó.
¿Y qué dijo Sánchez? Lo mismo: “al analizar las áreas más débiles vemos un continuo en los dos Gobiernos. Fundamentalmente tiene que ver con la capacidad de informar, hacer educación y crear conciencia de riesgo en la población de tal manera que la población contribuya activamente en el cuidado de salud y en medidas de protección. Esa ha sido el área más débil en los casi tres años que llevamos de pandemia”, lanzó.
Vacunación a régimen
Otra de las decisiones del Minsal fue enviar a la vacunación contra covid-19 a régimen, es decir, sumarla al plan nacional de inmunización y enfocarla una vez al año en grupos vulnerables de la población.
Chile es el primer país de América Latina en contar con la inyección bivalente, que contiene la cepa original más Ómicron.
La primera etapa apunta a trabajadores de la salud más inmunodeprimidos, lo que en total suma cerca de 1,3 millones de personas.
Cuando haya más stock el calendario se ampliará a mayores de 60 años y enfermos crónicos, entre los cuales se considerará a las personas con obesidad. Ahí el total subirá a 5 millones, de acuerdo estimaciones entregadas por el subsecretario Cristóbal Cuadrado.
Esta movida es aprobada por los especialistas consultados en esta nota ya que, en un futuro cercano o lejano, la covid-19 podría ser similar a la influenza.
“Creo que la decisión va en la línea correcta y vamos a tener que ir evaluando como país cómo se va avanzando en protección para evitar que se produzcan no solo contagios, del que las vacunas no protegen, sino que también enfermedad grave y mortalidad, las dos grandes variables que con la vacuna sí que se controlan de forma eficaz”, dijo Sánchez.
“La vacunación va a ser regular y ahora tiene que seguir, obviamente, ir escalándose hacia otros grupos que son de mayor riesgo pero no es toda la población, que obviamente tiene que mantener medidas (de cuidado”, recalcó Werner.
“Yo creo que es la medida más adecuada porque, si se fija, cuando uno analiza la letalidad diaria actualmente por la variante que circula, las variantes 4 y 5 de Ómicron, si uno hace todas las correcciones posibles es de 0,1% y 0,2%. Eso significa que tiene una letalidad muy cercana a la de la influenza clásica. Hoy uno podría decir que la epidemia se encuentra gripalizada, con alto número de casos pero con letalidad bastante baja”, explicó Canals.
En tanto, desde el Colmed, Crispi concuerda con los puntos anteriores: “es una medida que debe ser evaluada con el tiempo, en función de la ocupación de camas y mortalidad por covid. Como enfrentamiento inicial tiene sentido que prioricemos a los grupos de mayor riesgo y que los esfuerzos de la autoridad sanitaria se dirijan hacia allá”.
En conversación con BioBioChile a fines de septiembre, el exministro de Salud, Enrique Paris, también dijo entender la determinación del Minsal.
“Creo que es muy importante que la gente entienda que va a tener que seguir protegiéndose, ahora anualmente”, dijo, junto con deslizar que en el mundo farmacéutico ronda la idea de unir la vacunación por covid y de influenza en un sola inyección.
“Eso sería un avance importante, positivo, y que desde el punto de vista de la logística y la vacunación facilita la labor del Minsal”, afirmó.
Más de 4 millones de rezagados
Lo que sí es cierto es que, con cada semana que pasa, la cantidad de rezagados en Chile crece como la espuma.
Hasta este domingo el total es de 4.025.211, pero a contar del lunes el tablero subirá hasta los 4.131.147 personas que hace más de 180 días que no reciben una dosis de una vacuna anti covid.
“La gente tiene que tener conciencia de eso y protegerse con las otras medidas, si aquí es donde viene el tema del sentido común. Si nunca va a haber suficientes vacunas o para todas las personas que quieran vacunarse, por lo mismo uno tiene que tener conciencia de las otras medidas”, zanjó Werner.
“Esto va a pasar como la influenza, la cobertura ministerial no es universal, la vacunación es para personal de salud y los grupos vulnerables de la comunidad”, recordó.
Para Sánchez, en tanto, el grupo de los rezagados corresponde a un sector de la población sobre el cual “hay que tener especial atención”.
¿La razón? Porque en muchos de ellos hay grupos de riesgo que deberían haber recibido vacunas “y no las han recibido no porque no estén disponibles, sino por falta de conciencia de riesgo y falta de proactividad del sistema de salud para ir en búsqueda de esos grupos”, acusó.
“Esta situación la vamos a vivir con mayor intensidad en el futuro, por lo tanto tenemos que ser más agresivos para alcanzar altas coberturas que se han alcanzado en grupos de mayor edad, con mayor cultura de vacunación. Creo que un desafío que van a tener las autoridades sanitarias es el desarrollo simultáneo de campañas de educación, de prevención, de conciencia de riesgo e importancia de la vacunación junto con estrategias para llegar con las vacunas donde las personas estén”, avizoró.
“Creo que hay que recuperar la percepción de riesgo que se liberalizó mucho y en un mal momento porque fue de septiembre para octubre, justo para actos masivos, Daddy Yankee, Bad Bunny. Hasta elecciones hubo antes. Ahí está el juego de la oportunidad de la toma de decisiones”, complementó Canals.
¿Qué se viene con la pandemia de covid-19?
El 19 de octubre, en base a la recomendación de un grupo internacional de expertos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicó que mantiene la emergencia sanitaria internacional por covid-19 debido a que la trayectoria de la crisis es incierta.
“Aunque es obvio que la situación global ha mejorado desde que empezó la pandemia, el virus sigue cambiando y siguen habiendo incertidumbre y muchos riesgos”, declaró a la prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Bajo el análisis de Sánchez hay que seguir los mensajes que va entregando la OMS, “que ha puesto el énfasis en que hay que mantener sistemas que permitan la protección del contagio cuando se producen concentraciones de población en espacios cerrados y locomoción”.
“Creo que debemos ser muy prudentes respecto a pensar que ya hemos pasado la pandemia. La pandemia no ha terminado, van a seguir apareciendo variantes, ya están apareciendo semana a semana. No tenemos la certeza que esta situación se haya resuelto. Por lo tanto el país va a tener que seguir tomando decisiones para compatibilizar el funcionamiento normal de la sociedad con el manejo de la posibilidad que la población se contagie, enferme gravemente y muera”, cerró.
“Esto no va a desaparecer, sino que vamos a seguir con infección alta a futuro. Hemos visto el nacimiento de una nueva enfermedad y no vino para visitarnos, sino que para quedarse. Probablemente tengamos siempre una cierta mortalidad asociada a SARS-CoV-2 en el futuro, sobre todo en pacientes mayores de 60 años”, se aventuró Canals.
Werner, en tanto, aclaró pensar que “tenemos que seguir cuidándonos, pero teniendo en cuenta que hay otros virus que también nos pueden provocar los mismos problemas, que los vamos a prevenir y no todos con una vacuna, sino que simplemente con las medidas de distancia. La distancia es súper importante, mantener ventilados los espacios. Estamos en un momento de riesgo y este momento es cuando tenemos que adoptar las medidas”, recomendó la médica UdeC.
Gobierno pide precaución de cara al fin de semana largo
Ayer sábado marcó oficialmente el inicio del último mega feriado largo de 2022.
La celebración se da en momentos en que la alta movilidad le hará un flaco favor a, por ejemplo, la situación de casos covid-19 y otros virus respiratorios.
Hasta el sábado la pandemia se había expandido un 62% en las últimas dos semanas, misma jornada en la que se reportó que el alza en virus respiratorios era de 82% en las últimas cuatro semanas.
Así, el jefe del departamento de Epidemiología del Minsal, Christian García, llamó a no descuidar durante este fin de semana largo las medidas de autocuidado como el lavado de manos, ventilación de espacios y uso de mascarillas en lugares con aglomeraciones, o ante la presencia de síntomas respiratorios.
“En la primavera se suelen ver algunos repuntes de actividad viral, especialmente en el contexto de fines de semana largo donde existe más actividad social. Estamos retomando la estacionalidad de los virus que habitualmente circulan en esta época, por lo cual hay que preocuparse no solamente de la covid-19”, dijo.
Y eso es algo a lo que Werner también quiso enfatizar en base a lo que ve en su trabajo en el Hospital Regional de Concepción.
“En este momento el brote que hay por otros virus, de influenza A, es tanto o más grande que el que observamos en el invierno. La influenza también puede causar licencias en personas porque se sienten muy mal, hay personas de grupos vulnerables que se hospitalizan por influenza. Nosotros lo estamos observando acá porque somos centro centinela de infecciones respiratorias agudas graves y también muere gente por influenza”, subrayó.
“Hemos tenido fallecimientos aquí en el hospital en donde se ha detectado personas con neumonía por influenza, entonces creo que aquí hay que tener conciencia de eso”, reveló.
Lo anterior se suma al cuidado y a las medidas que hay que tomar también en materia de covid-19, para lo cual también tiene palabras, especialmente en cuanto a la barrera de muertes traspasada hoy.
“Lamentablemente es lo que iba ocurrir con una pandemia. Lo que hemos vivido ha sido impresionante. Ojalá no lo vivamos hasta cien años más”, terminó.