Continúa la sensación de incertidumbre y el quiebre al interior del Partido Demócrata Cristiano tras las recientes renuncias de los senadores Ximena Rincón y Matías Walker. Figuras apuntan contra la actual directiva.

El exconvencional Fuad Chahín acusó que el partido está dirigido por un grupo de “operadores políticos” que – a su juicio – “buscan la destrucción de la Democracia Cristiana”.

Aseguró que cuando se produzca lo anterior, algunos pretenden sumarse al Socialismo Democrático para “entrar al Gobierno y poderse repartir algunos cargos. Eso me parece lamentable y patético”.

Para el diputado Eric Aedo, la explicación detrás de la crisis que vive hoy el partido, es la pérdida de credibilidad asociada al apoyo que se le dio al Apruebo, perdiendo de cierto modo las directrices de lo que representan originalmente.

Finalmente el diputado Ricardo Cifuentes, llamó a miembros de su propio partido a retirarse si aún tienen dudas, argumentando que dentro del conglomerado deben quedar quienes tengan vocación y convicción de reforzar una propuesta política.

Al interior del partido coinciden en que ambas salidas representan un quiebre importante para la imagen del conglomerado. A propósito de esto, es que parlamentarios de la DC confirmaron un proceso reflexivo que debería darse a partir de la junta nacional del próximo 12 de noviembre.