La Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones, llegó este lunes hasta las oficinas centrales de la Compañía de Jesús -ubicadas en el centro de Santiago- para allanar el recinto e incautar el informe canónico en contra del sacerdote Felipe Berríos, según informó La Tercera.
Recordemos que esa indagación la lideró la abogada María Elena Santibáñez, por encargo de los propios jesuitas.
Todo esto se da a raíz de la denuncia apoyada por la Fundación para la Confianza, donde una mujer de 32 años acusa haber sido víctima de actos de significación sexual cuando era adolescente.
“Informe Berríos”
Según consignó el medio citado previamente, la Fiscalía Sur en reiteradas oportunidades había solicitado la información para avanzar en la causa penal que se abrió luego que el religioso se autodenunciara ante la Fiscalía Metropolitana Sur el lunes 30 de mayo pasado, para que se indague una denuncia en su contra por presuntos hechos de connotación sexual.
“Ingresé un escrito ante el Ministerio Público solicitando que se inicie una investigación sobre los hechos descritos en la denuncia, así como también respecto de lo publicado en algunos medios de comunicación, que indican que habría otras denuncias, las que a la fecha desconozco y no me han sido informadas”, señaló el sacerdote en su momento.
A pesar de las diligencias efectuadas por el Ministerio Público, la congregación negó los antecedentes basándose en el secreto de la vía canónica. Además, la indagación responde a una petición que hizo el abogado de Berríos, Julián López, quien solicitó al Ministerio Público que requiriera dicha información.
No obstante, la fiscal Yazmín Salech, quien es experta en investigar delitos sexuales, logró una autorización judicial para hacerse del denominado “informe Berríos” en que se determinó “la verosimilitud de actos de significación sexual de distinta relevancia que habrían afectado a siete mujeres jóvenes y adolescentes”.
Finalmente, se espera que durante este lunes la policía civil informe si tiene la documentación que, según la Compañía, había sido enviada al Vaticano (Roma) para continuar con el procedimiento canónico.