La Asociación de Isapres estimó en 94 mil millones de pesos las pérdidas que generará el nuevo proceso de adecuación, en el que la Superintendencia de Salud calculó aumentos de entre 1,4% y 7,6% en los planes.
El gremio sostuvo que los cálculos del regulador no son consistentes con las variaciones de los últimos tres años en el sistema, ni con la Ley 21.350 que fijó un mecanismo para establecer un tope máximo de alza.
La agrupación sostuvo que si bien la medición constató un crecimiento en los costos -por mayor uso de prestaciones y licencias médicas- que alcanza el 22,5%, la autoridad “optó por autorizar un 6% promedio en las isapres, valor que representa un tercio del incremento real de gastos”.
La organización defendió los porcentajes de verificación que entregaron las aseguradoras, donde todas solicitaron subir sus planes en 7,6%, afirmando que el reajuste no es “antojadizo, pues responde a la siniestralidad real de las carteras de afiliados a partir de antecedentes que son permanentemente validados por la autoridad y que permiten justificar correctamente la adecuación en cada institución”.
El presidente de la Asociación de Isapres, Gonzalo Simón, sostuvo que las acciones del regulador están impactando “aún más la sostenibilidad financiera, elevando las pérdidas en un sistema que mantuvo los precios congelados entre junio de 2020 y julio de 2022”.
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El próximo 5 de octubre vence el plazo para que las y los afiliados puedan pronunciarse sobre el nuevo proceso de adecuación, aunque existe uno extraordinario hasta el 30 de noviembre para aquellas personas que no pudieron realizar una oposición, misma fecha límite para interponer algún reclamo ante la Superintendencia de Salud.