El ministro de Educación justificó las movilizaciones que han protagonizado estudiantes secundarios en las últimas semanas, asegurando que los hechos de violencia corresponde a una minoría. "Los estudiantes tienen desesperanza", aseguró Marco Antonio Ávila. En paralelo, aseguró que la condonación de los créditos universitarios, uno de las principales promesas del programa del presidente Boric, está ligada a la aprobación de la reforma tributaria.
El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, habló en una entrevista con EFE de la “desesperanza” de los jóvenes y reconoció la “deuda” que el Estado tiene con ellos, tras unos días de intensas protestas estudiantiles en un país gobernado precisamente por un exlíder universitario.
Ávila también se mostró confiado en el diálogo que ha iniciado el Congreso para convocar un nuevo proceso constituyente tras el Plebiscito, y explicó sus planes para aplicar un “cambio de paradigma” en el sistema educativo.
Asimismo, aseguró que la condonación de los créditos universitarios, uno de las principales promesas del programa de Boric, están directamente relacionados con la aprobación de la reforma tributaria.
– La semana pasada, miles de estudiantes salieron a las calles para exigir mejores infraestructuras y mayores ayudas, ¿tienen sustento sus reivindicaciones?
Muchos de nosotros, nuestro propio presidente o yo mismo, venimos de los movimientos sociales y no nos resulta difícil reconocer las deudas que tiene el Estado en términos de financiamiento de infraestructuras.
Nuestro actual modelo educativo está basado en una lógica subsidiaria, en la que no hay una inversión estatal robusta. Mi principal preocupación tiene que ver con la infraestructura escolar. Hoy en día hemos destinado más de 60.000 millones de pesos en reparación (cerca de 65 millones de dólares) y estamos también levantando un catastro de infraestructuras.
– Durante las manifestaciones, hubo episodios de violencia, con quema de buses y destrucción de escuelas, ¿eso son protestas o vandalismo?
Hay que deslindar muy claramente entre quienes han optado por el diálogo y otro grupo muy minoritario que ha optado por la violencia, una violencia que detrás no tiene una reivindicación clara, sin petitorios y con la que dañan aquello que quieren defender, como los propios establecimientos. Es incomprensible. Es directamente vandalismo.
Ministro Ávila: “Hemos propuesto desde el comienzo un Ministerio de puertas abiertas”
-Los escolares gatillaron el estallido social de 2019, cuando empezaron a colarse en el metro sin pagar, una crisis de la que Chile no ha salido aún, ¿le teme a las protestas estudiantiles?
Hemos propuesto desde el comienzo un Ministerio de puertas abiertas. No es temor, mi llamado siempre es de apertura, de diálogo, de conversación con aquellos estudiantes movilizados pacíficos que quieren sentarse a un mesa a buscar soluciones en el entendido básico de que los recursos son limitados y hay que distribuirlos de manera equitativa porque también estamos preocupados de las salas de cuna o de los jardines infantiles.
– Muchos también protestan por el resultado del referéndum. Los jóvenes fueron uno de los grupos que más votaron a favor de la propuesta constitucional, ¿cómo se gestionan esas expectativas frustradas?
Hemos visto un aumento de las movilizaciones a partir del día después del plebiscito y frente a eso es importante señalar que me deja muy tranquilo el liderazgo que ha asumido el presidente para generar todas las posibilidades para que el Parlamento abiertamente y de manera autónoma pueda ir definiendo esta segunda oportunidad que tenemos para la construcción de esa nueva Constitución.
Todos deberíamos tener un compromiso importante con la democracia y eso pasa por tender puentes para encontrar un modelo de país que solucione estas deudas que Chile aún mantiene debido al modelo de Estado diseñado en dictadura.
– ¿Cree como los estudiantes en que habrá una segunda oportunidad?
No he hablado de esto con los estudiantes porque yo, como Gobierno, tengo prescindencia en este tema, pero sí puedo decir que los estudiantes tienen un nivel (alto) de desesperanza y por eso su temor permanente a sentarse con la autoridad, independientemente de quien sea. Ellos saben quiénes somos nosotros y de dónde venimos, pero igualmente están a la espera de lo que vamos a hacer.
“El programa de Gobierno se armó sin la perspectiva del cambio constitucional”
– Cuando asumió el cargo dijo que quería aplicar un cambio de paradigma en la educación, ¿en qué consiste ese cambio?
Se trata de establecer un nuevo contrato social entre el Estado y el sistema educativo y eso implica varias cosas. Primero, repensar esta relación en donde las mediciones (sobre la calidad de las escuelas) lo que provocan es una especie de competición. La idea es transitar de esa lógica de competencia a una lógica de cooperación. Escuelas que cooperan más que compiten. Lo segundo, un nuevo trato con el profesorado y lo tercero tiene relación con la revisión del currículum educativo porque el actual es muy extenso, casi inabarcable.
– ¿Es compatible ese cambio con la Constitución actual?
El programa de Gobierno se armó sin la perspectiva del cambio constitucional, que podía ser un buen apoyo, pero creemos que es posible seguir avanzando en él.
– Una de las grandes promesas del presidente Boric fue la condonación de los créditos que los jóvenes adquirieron para acceder a la universidad, ¿por qué creen que es una política fallida?
Los créditos universitarios se entendieron como una promesa de movilidad social, en la medida en que puedes obtener mejores empleos e ingresos, y eso no ocurrió. De ahí surgió el compromiso del presidente de presentar una medida de reparación, que considere las características de los deudores para de manera progresiva, gradual y justa alivianar esa mochila. Estamos en la etapa de caracterización de los deudores y de la búsqueda de fórmulas.
– En un escenario económico como el actual, ¿corre peligro esa promesa?
Esta reparación va a tener mayor viabilidad en la medida en que aprobemos la reforma tributaria.