Chile Vamos está molesto y no quiere que el Gobierno participe más de las tratativas entre partidos, diálogos con los cuales el mundo político busca encender por segunda vez los motores para iniciar el camino hacia una nueva Constitución.
En la centro derecha concuerdan en algo: la ministra Segpres Ana Lya Uriarte no es la razón de su incomodidad, de hecho alaban su “respetuosa” participación en los encuentros celebrados hasta el momento.
El problema son las declaraciones de otras prominentes figuras del Gobierno: la recientemente llegada ministra del Interior, Carolina Tohá, y la vocera Camila Vallejo, una de las “compañeras de ruta” del Presidente.
Tohá removió las aguas cuando dijo que a ella le gustaría “bailar cueca con el acuerdo cerrado”.
Vallejo, en tanto, sacó chispas en Chile Vamos e incluso en la Democracia Cristiana al valorar, sin haber sido parte de las conversaciones, los resultados que está teniendo el diálogo mencionando, por ejemplo, que el órgano sea electo, paritario, que lo acompañe un comité de expertos y que considere a independientes y pueblos indígenas.
El senador y presidente de Renovación Nacional, Francisco Chahuán, ya dio a entender que no les molesta que el Gobierno acompañe, pero sí que se entrometa. Además, se ganó su propia polémica al asegurar que Chile Vamos puede pautear a La Moneda porque, según él, el Ejecutivo es minoría.
RN: “Lo ideal es que el Gobierno no participe”
El jefe de bancada de RN en la Cámara, Andrés Longton, transparentó que para su sector “lo ideal es que el Gobierno no participe”.
“Hasta ahora creo que han dado señales de cierta incidencia e intervención. Yo sé que a este Gobierno el intervencionismo le acomoda, pero estamos en otra etapa”, lanzó.
“Hubo una derrota lapidaria el 4 de septiembre y que incidió en el programa de Gobierno”, agregó.
Desde la UDI, el diputado y también jefe de bancada Jorge Alessandri ratificó la postura del sector con Uriarte.
“Yo haría la diferencia: me gustaría más actitud de Ana Lya de acompañar y menos de entrometerse como la ministra del Interior y la vocera. Uriarte actuó en las dos primeras reuniones acompañando, no pidió ni la palabra, tomó apuntes, una presencia que sumaba”, espetó.
Oficialismo abierto a esperar a Chile Vamos
En el oficialismo hay apertura a esperar a Chile Vamos y de sentarse a conversar con sus partidos aunque no sea mañana, día para el cual estaba agendada una reunión de la que ya se bajó la centro derecha y que al cierre de esta edición sigue en pie, aunque tambalea.
Los presidentes de la Cámara y el Senado, Raúl Soto (PPD) y Álvaro Elizalde (PS), lideran las conversaciones al otro lado del espectro político evaluando qué hacer con la cita, o para cuando posponerla.
Desde RD, la diputada Catalina Pérez confirmó que el oficialismo está dispuesto a esperar a Chile Vamos, que además de molesto con el Gobierno también reconoce que desea escuchar las distintas voces de su propio conglomerado, algo que requiere tiempo.
“Prefiero tener a todos los actores en la mesa que comenzar a excluir“, zanjó.
“Lo importante es conversar con confianza, generosidad para poder producir esos acuerdos. Si la reunión no es mañana no hay problema, la semana que viene, pero hagámoslo con voluntad de alcanzar acuerdos para entregar certeza a la población. Necesitamos cumplir con la palabra empeñada”, concluyó.
En Chile Vamos apuntan a reunirse el 23 de septiembre y con garantías que ya no habrá representantes del Gobierno en la mesa, solo partidos.
Cómo y cuándo se llevará a cabo ese encuentro se sabrá con el paso de los días, mientras surgen voces de alarma que comienzan a mirar con cautela cómo se empantana el diálogo por la nueva Constitución.