El rechazo a la propuesta de una nueva Constitución en Chile no significa el final del proceso constitucional, sino que “ahora se abre una segunda oportunidad” para lograr un texto constitucional que una a la sociedad chilena.
Así lo declaró este lunes a EFE el secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand.
En una entrevista en Madrid, Allamand, que fue ministro y parlamentario en nuestro país, se refirió a la votación en la que este domingo.
Recordemos que la ciudadanía rechazó con cerca del 62 por ciento de los votos la propuesta de nueva Carta Magna.
“Fue un día muy importante sin duda para Chile”, con “un hecho inédito de participación mayoritaria”, en una de las votaciones con más participación en la historia del país, subrayó.
Y pese a que “de manera categórica” los chilenos votaron en contra, “como señaló ayer mismo el presidente (Gabriel) Boric esto no significa que el proceso constitucional chileno se cancele”, agregó el secretario general.
“Si no que va a adoptar nuevas formas, un nuevo itinerario, en el cual las fuerzas políticas van a ser muy importantes, el rol del Congreso va a ser muy importante”, apuntó.
Allamand: “Los chilenos siguen pensando que necesitan una nueva Constitución”
Allamand recalcó que pese a este resultado, los chilenos anteriormente resolvieron tener una nueva Constitución.
Por esto, se mostró convencido de que “en una fecha razonable se habrá citado a los parámetros” y establecido “la hoja de ruta del nuevo itinerario constitucional”.
“Los chilenos siguen pensando que necesitan una nueva Constitución y, como se decía ayer en las distintas intervenciones de los dirigentes, que una y no divida a la sociedad chilena”, señaló.
Ahora, nuestro país afronta a partir de este lunes un incierto escenario político marcado por el difícil diálogo entre el Gobierno, las distintas fuerzas políticas y la sociedad civil sobre cómo retomar el proceso de cambio de la Constitución tras el aplastante rechazo de la propuesta sometida a consulta.
El resultado significa que se mantiene de momento el texto actual, redactado en 1980 por la dictadura y reformado parcialmente en democracia.
Boric ha apostado por proseguir el “itinerario constituyente” para darle celeridad a un nuevo proceso.