El cuarto reporte de monitoreo escolar en pandemia de las Universidades Católica y de Chile arrojó que el promedio de asistencia en junio fue del 68%, continuando con la tendencia a la baja en relación a mayo (72%) y abril (77%).
Según indicaron a través de un comunicado, la inasistencia fue mayor en establecimientos particulares pagados, luego en servicios locales y finalmente en particulares subvencionados.
En un año normal, la asistencia escolar promedio de los estudiantes es del 90%.
Según señalan directores la principal causa que explicaría la inasistencia de los estudiantes es la salud (87%).
Otros factores que influyen son el clima de invierno (34%), familias con problemas o con poco compromiso con la asistencia a clases (18%) y el temor a contagios (11%).
Además, los directores declararon que, en el periodo analizado, un 2,7% de estudiantes no tuvo ningún tipo de contacto con su establecimiento, proporción menor que en abril y mayo (3,4% y 3,1%, respectivamente).
Eso sí 82% de los establecimientos educacionales aseguró haber desarrollado estrategias para reducir la inasistencia.
“La evidencia acumulada a nivel mundial indica que una mayor inasistencia conlleva una mayor pérdida de aprendizajes”, recordó el investigador de la U. de Chile, Juan Pablo Valenzuela.
“En la condición actual, Chile no solo no estaría recuperando las enormes pérdidas de aprendizajes del cierre de escuelas 2020-2021, sino que estaría incrementando nuevas perdidas de aprendizajes”, alertó.
“Una inasistencia alta es ausentarse el 10% de los días, según la literatura internacional. En nuestro sistema se está considerando ‘alto’ un 20% de ausencia según reportan en esta encuesta, lo que nos puede estar generando una respuesta tardía”, comentó por su parte la académica de la Escuela de Gobierno UC, Susana Claro.
Desafíos para 2022 en asistencia escolar y educación en general
La ausencia de profesores y los problemas de convivencia o violencia entre estudiantes se mantienen como los principales desafíos en este reporte, según señalaron directores.
Mientras la ausencia de los docentes y/o equipos es más relevante en los establecimientos municipales (41%) y de servicios locales (45%), la violencia entre estudiantes fue más destacada en los colegios particulares subvencionados (40%).
Sobre el número de docentes que han renunciado, disminuido su carga o que estaban con licencia médica en el periodo estudiado, los directores señalaron que las ausencias representaron un 9,2% de la dotación que se requiere para funcionar adecuadamente.
El déficit es mayor en establecimientos de servicios locales y municipales (10% y 12% respectivamente) que en colegios subvencionados (7%) y particulares (9%).
Los problemas relacionados a la violencia se mantienen respecto a meses anteriores.
El 46% de la muestra indicó que la situación está peor que en 2019, sin embargo esta cifra baja mínimamente respecto a los meses de abril y mayo, en los cuales llegó a un 53% y 48%, respectivamente.
El reporte mostró que la violencia se concentra en los cursos de quinto básico a cuarto medio (46% – 47%), aunque un 36% identifica peores niveles que en 2019 en cursos de primero a cuarto básico.
Finalmente, el 82% de los directores que participaron en alguna de las encuestas de abril, mayo o junio afirmaron que los niveles de lectura y lenguaje de los estudiantes están peores que en 2019, lo que se destaca más en los primeros niveles del ciclo escolar, de primero a cuarto básico.
Asimismo, el 80% indicó percibir un deterioro en la salud mental de sus estudiantes respecto de 2019, siendo más pronunciado en los cursos de enseñanza media (85%).