Cerca de 6.000 niños y adolescentes, en su mayoría procedentes de Venezuela, ingresaron de forma clandestina a Chile durante 2021, el triple que en 2020, aseguró este lunes el Servicio Jesuita Migrante (SJM).
Según su informe “Balance de Movilidad Humana 2018-2022”, este aumento “es exponencial” desde 2018 y su epicentro es la región de Tarapacá.
El estudio, que se basa en estadísticas proporcionadas por Carabineros, advierte que es posible que esta cifra “sea más baja de lo que realmente es” y establece en 5.983 el número de menores de edad que entraron de manera irregular a Chile durante 2021, de los cuales 5.130 serían de nacionalidad venezolana.
Además, se subraya que los datos recabados en 2022 apuntan que la tendencia alcista se mantiene.
“Esto refleja que en 2022, si el ritmo sigue igual, con total seguridad se superará la cifra de 2021”, alertó el informe.
Desde Venezuela a Chile a través del Altiplano
Desde febrero de 2021, la zona de Colchane es la principal ruta de entrada de migrantes irregulares a Chile.
Cabe mencionar que la crisis migratoria atravesó uno de los momentos más crudos en septiembre del año pasado, cuando una marcha contra la migración ilegal terminó con la quema de carpas y pertenencias de familias venezolanas que pernoctaban en la calle.
En tanto, al menos una veintena de personas han muerto en los últimos 12 meses intentando ingresar a través del altiplano; lugar conocido por las fuertes ráfagas de viento durante los días calurosos y temperaturas bajo cero grados durante la noche.
La magnitud del éxodo venezolano alcanza más de seis millones de personas, la mayoría de las cuales migran de forma irregular a través de los distintos países de la región, sin que hasta la fecha se haya establecido una estrategia coordinada para frenar una problemática común.
Según el Departamento de Extranjería y Migración, en Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7% de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.