"No se ha podido detener el robo en flagrancia". De esa manera el presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), Juan José Ugarte, se refirió al actual panorama que se vive con el robo de madera, expresando en conversación con Radio Bío Bío los métodos que aplicarán como sector privado para combatir dicho ilícito.
El robo de madera va viento en popa. Si hace cuatro años, los volúmenes de madera ilegal alcanzaban a los 20 millones de dólares, “hoy se ha cuadruplicado”, reconoce el presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), Juan José Ugarte. En ese sentido, el reporte actualizado alcanza los 92,4 millones de dólares.
Ante ello, en conversación con La Radio se refirió al actual panorama que involucra a dicho ilícito.
¿Cómo evalúan al combate al robo de madera?
En lo que va de este año no se ha podido detener el robo en flagrancia, a gran escala, con equipamiento de última generación. Por ejemplo, en La Araucanía, hay un sólo predio desde donde han circulado 1.600 camiones con madera robada. Esos antecedentes se los hemos entregado al Delegado Presidencial de la Araucanía. Estimamos, por tanto, que el volumen de este año será muy similar al del año pasado.
¿A que atribuyen ustedes el fracaso para detener este delito en flagrancia?
Hay que entender como operan estas bandas. Primero hacen una ocupación territorial muy extensa, obstruyendo los caminos y colocando guardias armados en los perímetros. Al interior ejecutan, por meses, la faena ilegal de cosecha con elementos de última generación; después escoltan con vehículos y personal armado la ruta de los camiones. Frente a esto, Carabineros del territorio no tiene ninguna posibilidad de intervenir, no tienen el mismo equipamiento, y las Fuerzas Armadas sólo pueden controlar en ruta. Por eso, entendemos que dentro del acuerdo, post Curanilahue, el Subsecretario Monsalve estableció un protocolo conjunto entre Carabineros y las Fuerzas Armadas para actuar en flagrancia.
¿Pero, para ustedes, es un problema de equipamiento o de voluntad para actuar en flagrancia?
La voluntad y el profesionalismo de las instituciones está y es total. El mismo General Yáñez recordaba de cuatro carabineros muertos en los últimos años, dos de ellos en medio de obstrucción de caminos, casi 90 heridos a bala en Carabineros. Eso habla de un compromiso total, pero se requiere de un equipamiento superior en vehículos, inteligencia y conocimiento de prospección del territorio con los que sí cuentan las Fuerzas Armadas. Una vez contenido aquello, hay que detener donde más les duele, esto es en los procesos de cosecha, porque ahí tienen invertidos miles y miles de dólares. Necesitamos actuar en flagrancia.
Usted menciona los hechos y las críticas generadas tras el ataque en Curanilahue, donde la empresa Arauco dijo que pese a toda la información que se entregó, en tiempo real, no se actuó en flagrancia.
Mire, no tengo información de primera mano sobre como se informó, pero cuando me refiero a compromiso y actuación, creo que sólo brindar apoyo a las instituciones que operan en la zona. Cuando no hubo Estado de Excepción, los delitos crecieron un 260% cuando se terminó. Hoy hemos visto una disminución importante cuando se volvió a instalar este estado “acotado”, pero no llegamos aún a los niveles del verano pasado.
¿Qué hacen Ustedes, la Industria forestal para controlar este delito? Porque esta madera no desaparece, no se esfuma, se comercializa.
Esta madera sale de los predios en caravanas que van vigiladas y circulan con documentación falsificada. La definición de los predios de origen, el volumen que transportan, la ausencia de planes de manejo, todo eso indica que es madera robada. Pero sólo una revisión experta es capaz de distinguirlo. Luego, esta madera se mezcla en centros de acopio donde se mezcla con madera de origen legal. Así multiplican los volúmenes, haciendo documentación como denominación de origen con un centro de acopio que es legal, pero entrega el doble de la madera que debiera entregar.
¿Tienen detectados esos centros de acopio?
Sí, y hemos entregado información específica respecto a ello.
¿Pero qué pasa después?; ¿quién compra?; ¿quién comercializa esta madera robada?
Se han instalado una serie de aserraderos móviles que se instalan a orilla de camino, que reciben y procesan la madera para después venderla como madera aserrada. Esto termina en el retail o en ferreterías. El comprador final no tiene como distinguir el origen.
¿Y qué están haciendo como sector privado para evitar esto?
Estamos capacitando a quienes tienen que hacer la vigilancia de camiones en ruta, sobre cómo distinguir camiones con madera robada, las guías de despacho falsas o bien elementos como el ocultamiento de patentes; etc. Para eso tenemos una mesa de ayuda para apoyar la distinción de la madera, pero de manera más estructural, estamos prontos a lanzar un sello llamado “buena madera”, donde haremos trazabilidad con denominación de origen, transporte y destino final, una ruta conocida y reportada. Ya tenemos más de 160 empresas, prácticamente el 85% de la madera que se comercializa inscritas en este sello. Esperamos lanzarlo el próximo mes.
Hay impunidad. Camiones que rompen barreras de peaje, con carga sobredimensionada, sin patente. Y ahí están, circulando en carreteras principales, a vista y paciencia de todos.
En Chile no está tipificado el robo de madera. La sanción es equivalente a robar un celular. Muchas veces, los choferes que son detenidos son reincidentes. El proyecto de ley que fue aprobado ya en la Cámara de Diputados, está ahora en el Senado y esperamos que ingrese a sala para que se apruebe y quede tipificado el delito. Recién se ha instalado una fiscal con dedicación exclusiva. Esto lo pedimos junto a la Sofofa hace dos años; ahora sí contamos con la fiscal Marcela Cartagena.
¿Se perdieron dos años?
Sí, se perdieron dos años, sí (…) Es un tema que va escalando y persevera esta sensación de impunidad estas bandas se extienden y actúan con mayores volúmenes. Por lo tanto, actuar sobre la flagrancia, tener una fiscal con dedicación exclusiva y avanzar en materia legislativa, son herramientas que ya estaban diagnosticada hace cuatro años, pero que hoy existen voluntades políticas para avanzar sobre ello.
¿Qué rol juegan los puertos? ¿Se exporta madera robada?
Existe esa posibilidad, a través de documentación falsificada y con fraude que esa madera pueda llegar a los puertos y sea exportada, pero la comercialización es, básicamente, en el mercado interno.