El sacerdote Felipe Berríos se autodenunció ante la Fiscalía Metropolitana Sur este lunes, para que se indague una denuncia en su contra por presuntos hechos de connotación sexual.
“Ingresé un escrito ante el Ministerio Público solicitando que se inicie una investigación sobre los hechos descritos en la denuncia, así como también respecto de lo publicado en algunos medios de comunicación, que indican que habría otras denuncias, las que a la fecha desconozco y no me han sido informadas”, señaló.
Lo anterior, ya que la acusación fue presentada sólo ante la Iglesia, por lo que hasta ahora es una investigación canónica la que sigue el caso. “No me parece que los sacerdotes debamos tener una justicia especial”, afirmó el jesuita.
Cabe recordar que Berríos fue suspendido por la Compañía de Jesús de Chile el pasado 3 de mayo, luego que la entidad recibiera una acusación en su contra por “hechos de connotación sexual”.
El presunto episodio habría afectado a una mujer que en aquel momento era menor de edad.
Felipe Berríos: “Los hechos que se me imputan no son ciertos”
“He decidido iniciar este trámite a pesar de la exposición que implica un proceso de investigación penal como éste. Los hechos que se me imputan en la única denuncia que conozco no son ciertos y aspiro a que se conozca públicamente la verdad”, aseguró.
Berríos agrega que ha guardado silencio por casi un mes por respeto a la denunciante, pero que “ya se han publicado en la prensa una serie de datos acerca de este caso, la mayoría de ellos de fuentes no identificadas, y se han echado a correr muchos rumores falsos”.
Finalmente, expresó que “le debo unas palabras a muchos y muchas personas que me han apoyado, pero en especial a la gente de mi querida Chimba, que no sabe por qué un día me tuve que ir y aún no vuelvo”.