El 12 de abril los trabajadores contratistas de la Central Bocamina comenzaron a bloquear los accesos a la planta y se quedaron al interior, producto de lo cual la unidad 2 tuvo que dejar de operar.
Tienen un petitorio debido al cese definitivo de operaciones de esta central a carbón, cierre programado para el 31 de mayo, y que tiene que ver con continuidad laboral y exámenes de metales pesados.
Este sábado James Lee Stancampiano, gerente general de Enel Generación, informó que un equipo mínimo de operación había logrado mantenerse en las instalaciones para mantener en seguridad la planta, pero que ante el agravamiento de acciones violentas, debieron abandonar sus puestos de trabajo, quedando el lugar en completo control de los manifestantes.
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Iván Cáceres, vocero de los 75 operarios contratistas, se encuentra hace tres días en huelga de hambre al interior de la central termoeléctrica. Dice que el gobierno ha intentado acercarse a través de la seremi de Energía, pero que hasta ahora no hay avances significativos.
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Según Enel, las demandas de trabajadores contratistas corresponden al ámbito de gestión del Estado según la Estrategia de Transición Energética Justa y que han pedido a las autoridades el auxilio que corresponde en este caso.
Advirtió que en el recinto industrial existen elementos peligrosos que sin el correcto manejo y vigilancia podrían generar una catástrofe. De hecho, este viernes el carbón almacenado presentó señales de combustión, por lo que se dio la alarma a Bomberos y Carabineros y se informó a las autoridades esta grave situación de riesgo inminente.