Bolivia pidió este miércoles a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que le reconozca el derecho soberano sobre las aguas del río Silala, en su reconvención como parte de la disputa que mantiene con Chile ante ese tribunal.
En la penúltima jornada de alegatos verbales ante la CIJ en La Haya, el agente de la parte boliviana, el diplomático Roberto Calzadilla, pidió a la corte que declare el derecho boliviano a los canales sobre el Silala que están en su territorio.
Sobre esos canales artificiales, Calzadilla pidió el reconocimiento del derecho boliviano a decidir en forma soberana cuándo y cómo efectuar tareas de manutención.
Bolivia pidió reconocimiento de su soberanía sobre el Silala
Calzadilla también pidió a la CIJ que declare la soberanía de Bolivia sobre el “flujo artificial” de las aguas del Silala en su territorio, y que “Chile no posee derechos adquiridos” sobre ese flujo de agua.
Además, alegó el diplomático boliviano, cualquier demanda de Chile sobre el acceso a las aguas del río Silala, así como las condiciones y compensaciones, “están sujetas a la conclusión de un acuerdo con Bolivia”.
Los jueces de la CIJ escucharán el jueves la réplica de Chile en la controversia, en el cierre del ciclo de argumentos orales.
Decisión de La Haya no puede ser apelada
La decisión final de tribunal puede aún tomar meses o hasta años, pero es vinculante y ya no admite apelación.
En la víspera, la agente de la delegación chilena, Ximena Fuentes, había pedido a la CIJ que declare al sistema fluvial del río Silala como un “curso de agua internacional”.
También pidió que la CIJ se manifieste sobre el derecho de nuestro país al uso de “las aguas del sistema del río Silala, de acuerdo con el derecho internacional consuetudinario”.
Este caso se remonta al 2016, cuando Chile presentó una demanda en medio de otro diferendo entre ambos países ante la misma CIJ, en el que la parte boliviana pidió obligar a las autoridades chilenas a negociar una salida soberana al mar.
En 2018, esta misma corte argumentó que Chile no estaba “legalmente obligado a negociar” una salida al mar con Bolivia.
En ese contexto, el entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, amenazó con reducir el flujo de agua del Silala hacia el desierto chileno de Atacama y con imponer tarifas para su utilización.
Chile y Bolivia llevan décadas enfrentadas por demandas sobre el estatus de aguas fluviales y marítimas.
Las relaciones diplomáticas entre los dos países están rotas desde 1978, cuando fracasó el último intento de negociar un acceso de Bolivia al océano Pacífico.