En la previa de su primera gira internacional como Jefe de Estado, que lo llevará a Argentina el próximo 4 y 5 de abril, el presidente Gabriel Boric se refirió a la polémica generada con el país trasandino luego que la ministra del Interior, Izkia Siches, utilizara el término Wallmapu.
“Nosotros respetamos íntegramente la soberanía territorial argentina. Eso no es un asunto que esté en discusión de parte nuestra”, aseguró frente a la tensión y las críticas de autoridades del país vecino que se generaron frente a la postura de la titular de Interior.
“Mi actitud y mi invitación es que en América Latina tenemos que repensar la relación que hay entre los Estados Nacionales con los pueblos originarios, con los indígenas. Y eso es lo que nosotros estamos trabajando en Chile. No soy quién para decir a ningún presidente cómo tiene que hacer las cosas en su territorio. Es lo que nosotros vamos a seguir en Chile y si le podemos colaborar y también aprender de otras experiencias bienvenido sea”, aseguró Boric en entrevista con el diario argentino Clarín.
En la misma línea, Boric señaló que el conflicto mapuche, que comparten ambas naciones, “es tremendamente complejo, y uno de los desafíos quizás más complejos que tenemos como Estado. Yo soy plenamente consciente de que es un problema que nace de un conflicto entre el Estado chileno y el pueblo mapuche, desde la mal llamada por la historiografía tradicional -y quiero ser muy explícito- Pacificación de la Araucanía. Esta desde la década de 1860 en adelante generó una usurpación y un despojo que hasta el día de hoy no se ha resuelto. Y por lo tanto el empeño de nuestro gobierno está, y no soy ingenuo, en que estos conflictos no se solucionen de la noche a la mañana, pero al menos en dar un giro de timón y recomponer las confianzas, el diálogo, los parlamentos, los antiguos parlamentos, entre el Estado chileno y el pueblo mapuche”.
En tanto, respecto al escenario económico, subrayó que “desde la izquierda tenemos que dejar de pensar que la responsabilidad fiscal es una cuestión de derechas. La responsabilidad fiscal debe ser una política de estado porque además es lo que garantiza que uno pueda llevar adelante los procesos de reforma. Como bien dijo nuestro ministro de Hacienda, Mario Marcel. Yo no lo designé para frenar reformas, sino para hacer que estas sean posibles y sustentables y sostenibles en el tiempo”.
“Nosotros hoy día en Chile estamos enfrentando en parte una situación mundial que es muy difícil. A todos nos está golpeando, por la guerra en Ucrania, y la pandemia, el proceso inflacionario que ha sido muy duro. Lo tenemos en diferentes dimensiones, entiendo que en Argentina fue del 50%, nosotros estamos en el orden, con perspectivas de 10% a fin de año (…) Nosotros vamos a ser muy responsables con la política fiscal. Y eso no implica la lógica de austeridad y recorte de derechos sociales, sino más bien, para poder garantizar derechos sociales en Chile tenemos que apuntar hacia la convergencia fiscal”, precisó.
“¿Qué significa eso? Tener una relación entre lo que producimos y una deuda que sea sustentable en el tiempo. Eso no es una política de derechas, es una política de Estado. Y que yo como una persona de izquierda la reivindico y la voy a defender”, enfatizó.