“Yo soy un piojento más, si quizás hubiera sido un animal político habría encendido mis alarmas, o habría tratado de escabullirme, pero no lo soy. Me vi, estaba ahí y me entregué prácticamente”.
Así respondió el ex convencional Rodrigo Rojas Vade a la periodista Mónica González cuando ésta le preguntó sobre la indagación periodística que terminó revelando su falsa leucemia, un tipo de cáncer de los tejidos que conforman la sangre y que finalmente terminó siendo una mentira.
Lo anterior, en medio de una entrevista grabada previamente para Pauta Libre en La Red, donde también habló sobre cómo se originó la mentira y otros asuntos de su vida privada.
El origen de la mentira
“Hace 9 años empecé a enfermarme del estómago muy recurrentemente, con hospitalizaciones incluidas, diarreas con sangre, problemas… bueno, diarrea, estomacales súper recurrente”, sostuvo el “Pelao Vade”, como le dicen sus cercanos.
El ex convencional explicó que dentro de las pruebas que se le hicieron resultó diagnosticado con sífilis, lo que no le comunicó a su pareja, sin embargo, y según reveló, no la contagió.
“Por eso no se lo dije y, bueno, lo que pasa cuando uno enfrenta esos diagnósticos que no es lo mismo que enfrentarlos ahora, 10 años después, hace 9 años sentí mucha vergüenza, mucho temor, mucho odio contra mi mismo, que son sentimientos que yo vengo acarreando desde que era niño”, indicó.
En relación al origen de la idea de divulgar la falsa leucemia, reveló que se originó “porque luego de la sífilis tuve un compromiso medular muy importante con una plasia, bicitopenia…”
“A través de ese compromiso hematológico importante, que después se repitió en los años venideros, que fueron atribuidos a respuestas autoinmunes, preferí decir que era leucemia”, agregó.
Sobre si la enfermedad de trasmisión sexual le trajo otras complicaciones, explicó: “No sé si fue a raíz de la sífilis o fueron una explosión de reacciones autoinmunes”.
“Con el correr de los años, después de casi de 6, 7 años, se llegó a un diagnostico de enfermedad de behcet, que es una enfermedad auto inflamatoria, autoinmune. Quiere decir que no hay algo que la gatille, no es un virus, no es una bacteria, es idiopático”, abundó.
Lo anterior lo calificó como una entrada hacia un espiral de mentiras.
Al ser consultado de su motivación tras sus varias concurrencias a Plaza Baquedano, Rojas Vade indicó que llegó al lugar para descargar “mucha rabia, como toda la que tenía toda la gente que estaba ahí. Tratar de poder expresarme”.
Abuso
Más tarde, la periodista le consultó sobre el origen de esa rabia, a lo que el ex convencional indicó que fue abusado a los 10 años en el barrio donde vivía.
“El contexto es un contexto de niño. Cuando uno tendría que estar jugando a las bolitas, a los soldaditos, que era lo que yo hacía, alguien cruza esa línea y va más allá”, sostuvo.
“Me di cuenta muchos años después y me atrevería a decir que hace tan solo un par de meses, que sí fue una situación de abuso. (…) Lo normalicé”.
Mea culpa
En la instancia Rojas Vade reiteró el perdón: “Pido disculpas y lo voy a pedir siempre. Pero tampoco puedo pasar toda la vida pidiendo disculpas, porque eso también no es sano para nadie porque todos cometemos errores. Yo sé que el mío es enorme y nunca me voy a quitar responsabilidad”.
“Siento que he tomado las decisiones asumiendo toda la responsabilidad que merezco, a lo mejor quedo corto, algunos más allá harán juicio moral si necesito más o menos castigo, pero pedir las disculpas correspondientes”, adujo.
Asimismo, dijo que nunca quiso burlarse de nadie “ni de los enfermos de cáncer. Al contrario, siempre quise gritar por ellos lo que no podía gritar por mi mismo. Gritar por mi abuelo, por mis amigos que se han muerto de cáncer, dar la vida por ellos. En cierto modo sí, de ponerse a luchar allá mismo, adelante, donde están las balas. Donde muchos compañeros perdieron la vida y eso lo volvería a hacer”.
“No justifico lo que hice y nunca lo voy a justificar. Pero la motivación está muy lejos de lo que se instaló en la opinión pública. Yo solo quería ayudar, ponerme al servicio de la causa para que las cosas cambiaran”, precisó.