Después de dos años conectándose a clases virtuales, este mes los alumnos finalmente retornaron a la presencialidad. ¿Bueno o malo? Las opiniones son divididas, pero lo cierto, es que ha traído más de una consecuencia.

Una de ellas es que en marzo se registró una tendencia al alza en los contagios entre las edades de 0 a 19 años. El resto de la población, en tanto, se mantuvo o fue a la baja.

Especialistas aseguran que la presencialidad influye en el aumento de casos en niños, niñas y adolescentes, pero que todavía estamos en un momento crítico de la pandemia, donde la mayoría de los adultos se contagian en actividades sociales.

Esto también abrió el debate sobre los actuales protocolos de cada colegio: un menor contagiado debe ausentarse por casi una semana, lo que lo hace perder clases y genera un sistema escolar disruptivo.

Todo esto, mientras se esperan las nuevas medidas del Gobierno y el Colegio de Profesores exige cambios en los protocolos.

Los números

Este jueves las cifras del Ministerio de Salud a nivel nacional marcaron 15.735 casos nuevos de covid-19. 15 regiones disminuyeron sus casos en los últimos siete días.

No obstante, el desglose de los datos por edad arroja lo siguiente: todos los grupos etarios, salvo los menores de 20 años, están reduciendo los contagios (Ver gráfico).

Esto significa que los más pequeños, principalmente el rango de 5 a 9 años y de 10 a 14 años, muestran una alza.

Al 25 de febrero de este año, el rango de 0 a 4 años acumulaba 50.487 casos. Seis días después, ya ascendía a 53.389. Al 13 de marzo, cerró con 56.145. Se acrecentó un 11,21%.

En las mismas fechas, pero para las edades de 10 a 14 años, el alza fue mayor. Comenzó con 71.212, luego 76.172 y ahora acumula 81.827. Es decir, un crecimiento de 14,91%.

Los jóvenes de 15 a 19 años, finalizaban febrero con 85.434, después con 88.924 y a mitad de este mes ya tiene 92.096. Un incremento de 7,8%.

Ver gráfico

¿Culpa de la sala de clases?

Según explica el ingeniero doctorado en educación y especialista en comunicación de datos, Ernesto Laval, los nuevos reportes apuntan a “que algo pasó con ese grupo que no está pasando con el resto”.

“Y la justificación que parece razonable es que estos son los niños que volvieron a clases. Los datos no nos dicen directamente que se contagiaron en las clases, pero es lo que parece más razonable”, asevera.

El infectólogo del Hospital Barros Luco y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago, Ignacio Silva, asegura que indudablemente existe una relación entre el alza de contagios en los niños y las presencialidad en los colegios, pero que no es la única razón ni tampoco es meramente por eso, ya que todavía se vive un momento crítico de la pandemia a nivel nacional.

“Lo que sucede dentro de una sala de clases, también es reflejo de lo que sucede fuera de la sala de clases. No necesariamente esta alza de contagios en niños tiene relación con contagios que se produzcan dentro de los establecimientos educacionales, sino que gran parte de ellos se contagian en actividades sociales por fuera”, explica a BioBioChile.

De igual forma sostiene que hay un grupo de adultos que se está contagiando a través de los niños, pero que lamentablemente estamos en una pandemia sostenida con 15 mil casos diarios.

“Es inevitable que esos 15 mil casos generen un número de contagios intradomiciliario, en el trabajo, en actividades sociales y también en las actividades escolares”, señala.

Qué se puede hacer

Por otro lado, el especialista Ernesto Laval, comenta que el riesgo de que termine en una enfermedad grave es bajo, pero que de todas formas ocurre un impacto.

“Que un niño se contagie, que tenga que estar en la casa durante 5 ó 7 días… Ese niño también perdió clases o pudo haber contagiado a otros. Hay una disrupción en todo el sistema escolar“, asegura.

Por eso, una de las recomendaciones es el buen uso de las mascarilla, pero también ir cambiándolas y no usar la misma toda la semana. Evitar las de telas o sintéticas, tanto en profesores como en estudiantes.

Además, el buen uso de la ventilación es primordial para saber la calidad del aire y es un indicador para tomar decisiones.

Para Silva, también es importante la educación y un buen rol fiscalizador para que los alumnos usen la mascarilla adecuadamente.