En fallo unánime, Segunda Sala del máximo tribunal descartó error de derecho en la sentencia que condenó a César Manríquez Bravo, Pedro Espinoza Bravo y Miguel Krassnoff Martchenko a 12 años de presidio, por el secuestro calificado de los hermanos Pérez Vargas.
La Corte Suprema rechazó los recursos de casación deducidos y confirmó la sentencia que condenó a 19 agentes de la extinta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), por su responsabilidad en los delitos de secuestro calificado de los hermanos Carlos Freddy Pérez Vargas y Aldo Gonzalo Pérez Vargas.
Lo anterior, por los ilícitos perpetrados a partir del 10 y 23 de septiembre de 1974, respectivamente, en el marco de la denominada “Operación Colombo”.
En fallo unánime, la Segunda Sala del máximo tribunal –integrada por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm, Leopoldo Llanos y Raúl Mera– descartó error de derecho en la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de Santiago, que condenó a César Manríquez Bravo, Pedro Octavio Espinoza Bravo y Miguel Krassnoff Martchenko a 12 años de presidio, en calidad de autores de los delitos.
En tanto, los agentes Manuel Carevic Cubillos, Ricardo Lawrence Mires, Gerardo Godoy García, Nelson Paz Bustamante, Gerardo Meza Acuña, José Ojeda Obando, Nelson Ortiz Vignolo, Claudio Pacheco Fernández, Hermon Helec Alfaro Mundaca, Raúl Rodríguez Ponte, José Abel Aravena Ruiz, José Fuentealba Saldías, Francisco Ferrer Lima y Rosa Humilde Ramos Hernández deberán purgar 10 años y un día de presidio.
Finalmente, Miguel Avendaño González y Alejandro Astudillo Adonis fueron condenados a 5 años y un día de presidio.
Según estableció en su investigación el ministro de fuero Hernán Crisosto Greisse, la mañana del 10 de septiembre de 1974, el militante del MIR, Carlos Freddy Pérez Vargas, fue detenido en su oficina por agentes que se identificaron como miembros del Servicio de Inteligencia Militar ‘SIM’.
Tras ser capturado, lo trasladaron al recinto clandestino de detención de la DINA denominado ‘Ollagüe’ o ‘José Domingo Cañas’, y posteriormente a ‘Cuatro Álamos’, que eran custodiados por guardias armados y a los cuales sólo tenían acceso los agentes de la DINA.
Mientras permaneció en José Domingo Cañas, Carlos Pérez Vargas fue mantenido aislado, vendado y amarrado, siendo continuamente sometido a interrogatorios bajo tortura por agentes del régimen que operaban en dichos cuarteles, para que confesara sus actividades partidarias y el nombre y domicilio de sus compañeros de grupo político, especialmente su hermano Dagoberto, para detenerlos.
De acuerdo a la investigación, la última vez que Carlos Pérez Vargas fue visto con vida, ocurrió un día no determinado de octubre de 1974, encontrándose hasta la fecha desaparecido.
Sin embargo, su nombre apareció en un listado de 119 personas, publicado en la prensa nacional luego que figurara en una lista publicada en la revista ‘O’DIA’ de Brasil, de fecha 25 de junio de 1975, en la que se daba cuenta que Carlos Freddy Pérez Vargas había muerto en enfrentamientos en la Argentina, junto a otras 58 personas pertenecientes al MIR, en uno de los montajes más escandalosos urdidos por la dictadura.
En el caso de su hermano, Aldo Gonzalo Pérez Vargas, también militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido el 23 de septiembre de 1974 en los alrededores de la calle Fernández Albano, también por agentes pertenecientes a la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA).
Al igual que su hermano, Aldo fue trasladado a ‘José Domingo Cañas’y posteriormente al recinto clandestino de detención‘Cuatro Álamos’.
En ambos recintos, este último corrió la misma suerte de su hermano, donde fue sometido a interrogatorios bajo tortura por agentes de la Dina.
Aldo Pérez Vargas fue visto con vida, por última vez en noviembre de 1974, encontrándose desaparecido hasta la fecha.