Cerca del mediodía, diputados de oposición ingresaron la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Raúl Figueroa. Los parlamentarios denuncian falta de financiamiento a los establecimientos, agobio laboral de los trabajadores y que no se ha asegurado el derecho a la educación de los alumnos.
A raíz de este juicio político, congresistas del oficialismo criticaron la medida adoptada por el bloque opositor, asegurando que la acusación constitucional no se ajusta a la realidad.
El diputado Luis Pardo (RN), integrante de la comisión de Educación de la Cámara, señaló que “esta acusación utiliza a los niños como un pretexto para fines políticos (…) Se pone por delante el interés de ciertos grupos y de ciertos partidos que ven en la polarización una forma de hacer política”.
Además, afirmó que los argumentos de la oposición faltan a la verdad, ya que “se han destinado $13.000 millones especiales para el programa ‘Yo confío en mi escuela’, $25.000 para fines sanitarios y un incremento del doble del presupuesto en infraestructura para la educación pública”.
El jefe de bancada de Renovación Nacional, el diputado Leopoldo Pérez, dijo que “nadie escucha a los padres y a las madres sobre la necesidad que tienen de que sus hijos vuelvan al colegio, que se abran los jardines infantiles, las salas cuna”.
Desde la UDI, la parlamentaria María José Hoffmann aseveró que “nunca habíamos visto a un ministro ser acusado por hacer la pega, por preocuparse de los niños, por poner a las familias y al derecho a la educación primero”.
Asimismo, lanzó duros dardos contra sus pares de oposición en el Congreso. “La izquierda no quiere defender el derecho de los niños de ir a clases. Me parece que han perdido completamente el rumbo y ésta es, por lejos, la acusación constitucional más ridícula e injustificada que hemos visto en los últimos meses”, finalizó.