Desde el monumento a Salvador Allende en la comuna de San Joaquín, la candidata presidencial Paula Narváez -actualmente apoyada por las fuerzas políticas del PS, PPD, PL y NT- criticó duramente la gestión del Gobierno en distintas materias, destacando que la actual administración “simple y sencillamente es de una gran contumacia para no estar a la altura de lo que hoy día se necesita y se exige en Chile”.
La postulante a La Moneda aseguró que “no saben gobernar, es un gobierno completa y totalmente fallido. No ha sabido anticiparse a ninguna de las necesidades que estaban establecidas por la propia ley: no supo anticiparse a la pandemia, no se anticipó a la implementación de la Convención Constituyente y no se anticipa a lo que significa la instalación de los gobernadores regionales entregando más recursos a los delegados presidenciales y yendo en contra de lo que se necesita para iniciar un proceso de verdadera descentralización en Chile”.
Narváez profundizó su evaluación, indicando que “lo único que podemos esperar es que quedan pocos meses para su salida y, con ello, para que Chile realmente comience un nuevo camino de estabilidad democrática, de orden en términos institucionales, de implementación de las importantes reformas que se han llevado adelante no en su gobierno, sino que desde antes y de las que vienen. Realmente este es un gobierno que ha sido una pesadilla en muchos sentidos”.
50 años de la nacionalización del cobre
Luego de depositar una ofrenda floral en el monumento a Salvador Allende, bajo cuyo mandato el Congreso Nacional, un 11 de julio de 1971, aprobó por unanimidad la reforma constitucional que posibilitó la nacionalización del cobre, Narváez afirmó que “es momento de volver al cauce de decir que las riquezas naturales son de todos los chilenos y que lo que logremos recaudar con un royalty, que vamos a impulsar con fuerza, es para financiar el término de las enormes brechas y deudas de dignidad que hemos acarreado durante nuestra historia”.
En esa línea, sostuvo que “esta candidatura y este proyecto político tendrá no sólo toda la voluntad política, sino también todo el trabajo que se necesita -con los dirigentes sindicales, con el sector privado, con los técnicos- para tener el mejor proyecto de royalty que permita la recaudación necesaria para que el Estado tenga un fondo soberano que permita contar con los recursos necesarios para el financiamiento de las políticas sociales, pero también para el financiamiento de los desafíos que tenemos en materia de ciencia y tecnología, para llevar adelante procesos productivos con mayores niveles de competitividad, impulsando un nuevo modelo de desarrollo que ponga en el centro al trabajador, a la trabajadora, al empleo decente y a las condiciones de dignidad en el trabajo”.
Por su parte, el presidente del PPD, Heraldo Muñoz, destacó la visión que tuvo Allende para impulsar la nacionalización del cobre, que no sólo le permitió al país contar con millonarios recursos para obras sociales, sino que ha permitido hoy paliar, de alguna manera, la crisis social que afecta a la ciudadanía desde que se inició la pandemia.
“No puede pasar inadvertida una fecha tan importante como este Día de la Dignidad. Y ahora, el desafío que tiene Paula y que tenemos todos nosotros, es cómo vamos a nacionalizar o colocar royalties, no sólo sobre el cobre o la minería en general, sino cómo se colocan sobre otros recursos naturales”, recalcó.
A su vez, el timonel del PS, el senador Álvaro Elizalde, señaló que el país debe dar un debate fundamental “respecto de cómo Chile explota sus recursos fundamentales, sus riquezas básicas, no sólo el sueldo de Chile -el cobre- sino también el litio y otros, de manera tal que su explotación permita contar con los recursos necesarios para mejorar la vida de todas y todos”.
“Ese es el desafío que tenemos. Por eso hoy celebramos este día, rindiendo un homenaje al más grande de los nuestros, Salvador Allende, pero pensando en el futuro, en la necesidad de impulsar transformaciones profundas para que Chile sea un país con mayor justicia social”, sentenció.