Hace meses que el Grupo Saieh navega por aguas turbulentas debido a su complejo escenario financiero. Ejemplo de lo anterior es una demanda civil de acción revocatoria que presentó un grupo de 37 acreedores, nacionales e internacionales, de Corp Group Banking S.A. el pasado 12 de marzo ante el 22º Juzgado Civil de Santiago. Entre ellos, Larraín Vial, Consorcio, Indumotora y Compass.
La acción legal, acogida a trámite, detalla que las firmas reclamantes son acreedoras de CGB por la suma de USD $244 millones en bonos emitidos, y que la empresa ligada al Grupo Saieh ha dejado de cumplir sus “obligaciones de pago de la cuota de intereses de los bonos”.
Estas “obligaciones” están relacionadas a un contrato de emisión de bonos por USD $500 millones, llamado Indenture, monto que CGB se comprometió a pagar con un interés del 6,750%, en cuotas semestrales, y en un plazo de 10 años, desde septiembre de 2013.
Además, junto al incumplimiento, a juicio de los demandantes, Corp Group Banking S.A. ha realizado una serie de “operaciones de escasa o nula racionalidad económica”, lo que ha implicado una “descapitalización de CBG”. Esto, “mermando en forma substancial su patrimonio al nivel de prácticamente vaciarlo por completo, en perjuicio de sus acreedores”.
“Tales operaciones consistieron en la adquisición de una serie de activos a un valor muy por sobre su precio de mercado y en el otorgamiento de una serie de prendas, fianzas y codeudas solidarias para garantizar obligaciones de sociedades relacionadas”, agrega la acción civil, patrocinada por el abogado Ricardo López Vyhmeister.
Dichas compras, según los reclamantes, “configuraron una gran operación de vaciamiento patrimonial de CGB (…) al extremo que en la actualidad el deudor carece de capital u otros activos relevantes en su patrimonio que le permitan cumplir con sus obligaciones”.
Los problemas de Corp Group Banking S.A., sociedad del grupo dedicada al negocio financiero, con sus acreedores se arrastran desde el año 2020. Fue en esa anualidad cuando la firma “incumplió sus obligaciones (…) pero de manera paralela desembolsó alrededor de 50 millones de dólares para adquirir acciones a sus empresas relacionadas”, señala la demanda.
La cifra anterior, expone a continuación, es “muy superior a la deuda vencida” con los acreedores de CGB. Esto, para adquirir “bienes ilíquidos por un valor superior al de mercado”. La deuda vencida, correspondiente al pago de intereses de septiembre de 2020, asciende a USD $16.875.000.
Es bajo este escenario de mora que la demanda detalla que CGB ha “venido realizando, durante los últimos años, diversas operaciones con sus sociedades o personas relacionadas desprendiéndose de activos (dineros) para recibir otros (acciones en sociedades) que en el mercado valen menos, es CGB pagó un precio mayor al de marcado por estas acciones”.
Con esta acción civil pauliana o revocatoria, lo que se busca es que se impugnen los actos ejecutados por Corp Group Banking S.A. en perjuicio de los acreedores de la sociedad. O sea, las compras que ha hecho la firma que, a juicio de los demandantes, ha provocado la insolvencia de esta misma, por ende, pone en riesgo el pago de los compromisos con los reclamantes.
“Caja pagadora”
Además de la demanda, en la causa consta un escrito presentado el pasado 23 de junio por Ricardo López Vyhmeister. En el texto, el profesional solicitó al tribunal una serie de medidas prejudiciales, entre ellas la retención de bienes determinados, la prohibición de celebrar determinados actos, y la solicitud de nombramiento de un interventor.
En el documento, el abogado López refuerza la tesis de las operaciones de la firma ligada al Grupo Saieh con “sus sociedades relacionadas”. “Ello ha implicado una importante descapitalización de CGB, mermando en forma substancial su patrimonio al nivel de prácticamente vaciarlo por completo, en perjuicio de sus acreedores”, señala el texto.
Las medidas solicitadas, según los demandantes, son necesarias “ante la descuidada administración llevada adelante por el Grupo Saieh que, entre otras cosas, ha usado a CGB como caja pagadora del resto del grupo, adquiriendo acciones prendadas -de nulo o escaso valor económico- a valores muy por sobre los de mercado”.
Es decir, agregan a reglón seguido sus acreedores, “el Grupo Saieh ha decidido beneficiar a otras empresas del grupo en desmedro de CGB, lo que repercute directamente en la posibilidad (…) de conseguir el pago de sus acreencias, perjudicando su derecho de garantía general”. La medida precautoria aún ha sido resuelta por el juzgado.
Aseveraciones tendenciosas
El pasado 24 de junio, el abogado de Corp Group Banking, Ricardo Reveco Urzúa, presentó un escrito de previo y especial pronunciamiento ante el juzgado en el que sostuvo que “todos los actos de mis representadas objeto de la acción pauliana han sido perfectamente lícitos y se encuentran amparados por el Indenture”.
Además, agregó que “la presente demanda se basa en una serie de aseveraciones y afirmaciones que esta parte rechaza absolutamente y categóricamente, pues derechamente son tendenciosas”.
Con el incidente, el abogado de CGB busca que el tribunal se declare incompetente de conocer la causa al “carecer de jurisdicción” para conocer la demanda y las medidas precautorias solicitadas por los demandantes. Lo anterior, aún no ha sido resuelto por el juzgado.
¿Qué significa acogerse al Capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense?
El abogado Pedro Eguiguren Cosmelli, socio fundador de Eguiguren Abogados, explica que el último movimiento del Grupo Saieh apunta a la “reorganización”. “Acá lo que busca el grupo con esta reorganización es la continuidad. O sea, la empresa no busca liquidar sus activos y pagarle a los acreedores, sino que busca que el negocio siga vigente bajo una nueva estructura de pasivos y activos”.