Durante la mañana de este jueves el ex candidato presidencial del Partido Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami, declaró voluntariamente ante el 4° Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, rechazando a su derecho de guardar silencio. Lo anterior, en el marco del denominado caso OAS.
En su declaración, que duró aproximadamente 30 minutos, Marco Enríquez-Ominami señaló que fue hace casi 7 años cuando “un grupo de adversarios, antagonistas, diputados seguidores del entonces candidato Sebastián Piñera, en 2016 elevaron una denuncia con gran publicidad respecto del uso de un chárter no declarado durante la campaña presidencial del año 2013”.
“En 2013 fue la campaña presidencial en Chile de la cual fui uno de los nueve candidatos presidenciales. Hace poco cumplí 48 años y las denuncias, si se refieren a hechos, fueron cuando yo tenía 40. Casi una década después, agradezco y valoro la posibilidad de defender mi total y absoluta inocencia frente a un tercero imparcial, a un jurado. Han sido años durísimos y aprovecharé cada minuto de este juicio para demostrar mi total y absoluta inocencia”, sostuvo.
En esa línea el ex abanderado aseguró que se está persiguiendo a su persona y no lo que hizo: “El que fui, no a la campaña, una visión sesgada respecto de mí”.
Asimismo, recordó otros casos similares que no fueron investigados o desestimados por la Fiscalía. En ese contexto, sostuvo que “la acusación carece de lógica, es contradictoria, no logra explicar por qué, si hubiese cometido lo que ellos suponen que hice, entonces todos los demás son culpables”.
“Yo no soy abogado, soy licenciado en filosofía de la Universidad de Chile y aprendí algo que se llama la lógica. Si yo cometí ese delito, quiere decir que también lo cometieron otros y los estaríamos injustamente tratando en esta sala”, adujo.
Sobre lo mismo, ME-O dijo que, pese a que logre ser absuelto en el procedimiento judicial, no tendrá nada que festejar pues ya fue “condenado por la opinión pública”.
Recordemos que el juicio oral guarda relación con un eventual fraude de subvenciones por el caso OAS. De igual forma, el exabanderado fue formalizado por presuntamente haber facilitado la emisión de 36 facturas ideológicamente falsas a SQM Salar, además de otras dos a Soquimich, por un monto que se acerca a los $420 millones, según antecedentes de la Fiscalía.