Este lunes, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado; el ministro Segpres, Juan José Ossa; y el ministro de Salud, Enrique Paris, participaron de una sesión de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en el marco de la presentación del proyecto para aplazar las elecciones de abril.
Ante la exposición del Ejecutivo, la oposición salió a exigir “garantías” para poder apoyar la iniciativa. Con esto, supeditaron la aprobación de la reforma a que La Moneda acceda a su petitorio.
Dentro de las medidas que se pidieron, todas alusivas al manejo del avance de la pandemia, están endurecer las fiscalizaciones, cerrar las fronteras y revisar tanto el plan Paso a Paso como los permisos colectivos.
Además, otra demanda de la oposición sería acelerar el avance del plan de vacunación y exigir una renta básica universal a modo de reducir la movilidad de la población y evitar que en mayo exista el mismo escenario de hoy.
Si el Gobierno no responde, el bloque rechazaría la reforma, por lo cual los comicios deberán realizarse en abril como estaba planeado.
Aspectos del proyecto, según Ossa
En su intervención, Ossa detalló que el proyecto propone postergar elecciones del 10 y 11 de abril al 15 y 16 de mayo.
La segunda vuelta de gobernadores quedaría agendada para el 4 de julio, mismo día de las primarias presidenciales.
Lo anterior ya se conocía. No obstante, el Gobierno reveló que la propuesta también sugiere que las campañas electorales sean suspendidas a partir de la entrada en vigencia de la reforma constitucional.
De cambiar los días de los comicios, estas se retomarán un mes antes de cumplir el plazo legal de la elección.
Eso quiere decir que el plazo de campaña expirará a las 00:00 horas del jueves 13 de mayo.
Sin embargo, una excepción a ello sería la propaganda electoral que ya está instalada en lugares privados, regulados por ley en esta materia.
Sobre la franja electoral, cuyo fin está pactado para el 8 de abril, a partir de promulgarse la reforma esta se traslada “seis días remanentes” hacia la fecha de mayo para cuando se decida que sea la elección.
En cuanto al padrón, el proyecto estipula que sea el mismo que iba a ser utilizado ahora, algo similar a lo que aplica para las listas de candidatos: no podrán haber nuevas inscripciones.
La reforma también establece no permitir mayor financiamiento de campañas políticas y que los montos adicionales que puedan obtener los aspirantes a un cargo no sean permitidos mientras la carrera esté suspendida.