Más de cinco millones de personas han sido vacunadas en Chile, según anunció este martes el Presidente Sebastián Piñera.
Si bien las cifras son alentadoras, la pandemia está lejos de ser contenida. De acuerdo al último reporte oficial del Ministerio de Salud, más de 900 mil personas ya se han contagiado con coronavirus en todo el país, con lo que se alcanza nuevamente cifras récords, empujado en parte por el relajamiento de las medidas sanitarias.
En esa línea, los expertos coinciden en que la vacunación no significa que se volverá automáticamente a la normalidad. Es más, son claros en que, especialmente durante estos primeros meses, es importante que se mantengan las medidas de autocuidado, aún estando vacunados.
A más de un año del inicio de la pandemia, la idea de volver a la normalidad resulta cada vez más tentadora. Las vacunas parecen ser una luz de esperanza para quienes desean retomar lo antes posible sus actividades pre pandemia. Sin embargo, surgen interrogantes.
¿Cuánto tiempo demoramos en producir anticuerpos?
Consultados por BioBioChile, expertos chilenos coinciden precisamente en que -una vez vacunados- se requiere de tiempo para generar las defensas que combaten el virus, de modo que quienes sean inoculados no se convierten automáticamente en personas inmunes.
Según explica Ignacio Silva, infectólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago, si bien los anticuerpos se empiezan a producir inmediatamente después de la vacuna, éstos se logran en cantidades significativas sólo después de la segunda semana de vacunación, lo que se refuerza con la segunda dosis.
“Ahí es donde se potencia la respuesta inmune y se alcanzan los niveles más significativos y que han demostrado la eficacia que se ha publicado en los distintos estudios“, manifiesta.
Por su parte, Caroline Weinstein, doctora en Microbiología e Inmunología de la Universidad de Valparaíso y asesora externa del ISP, apunta a que ni siquiera después de la segunda dosis la persona va a estar protegida inmediatamente.
“El sistema inmune tiene sus tiempos y los anticuerpos empiezan a aparecer aproximadamente a los 7, 10, 12 días y eso también puede depender de cada persona, y también puede haber personas que no respondan” explica.
En ese sentido, agrega: “Hay eficacias. Sabemos que, en terreno, la vacuna Sinovac está demostrando eficacias mejores que en los ensayos clínicos, lo cual es muy esperanzador para nosotros”.
Los estudios de Fase I y Fase II de la vacuna Coronavac concluyeron que 28 días después de la segunda dosis prácticamente el 100% de los participantes habían generado anticuerpos.
¿Debemos mantener el autocuidado?
Weinstein -quien también forma parte del grupo de expertos externos del Instituto de Salud Pública que visó el ingreso de diferentes vacunas a Chile- es enfática en la necesidad de mantener las medidas de autocuidado aún cuando ya se esté vacunado.
“Lo que se demostró en los estudios es que las personas lo que hacen es no enfermar, pero no está totalmente demostrado que tengan menos virus en su sistema respiratorio”, aclara.
“Es mejor protegerse de más que de menos. Una vez que veamos que la cantidad de virus circulante es muy baja ahí podremos relajar algunas de las medidas, pero hay cosas que tienen que llegar para quedarse, como es el lavado de manos”, advierte.
La académica señala también que, si bien existen estudios que han encontrado una menor carga viral en las personas vacunadas, no es algo que se sepa con certeza por lo que lo mejor es protegerse aunque se esté vacunado y así no infectar a otros.
En esa misma línea, Ignacio Silva, infectólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago, explica que hasta ahora la evidencia ha demostrado que las vacunas son muy efectivas para disminuir la posibilidad de tener un covid grave, que requiera hospitalización, y para prevenir o disminuir el riesgo de fallecer por la enfermedad.
Advierte, además, que no hay evidencia suficiente que demuestre que al vacunarse contra el covid-19 uno deje de transmitir la infección en caso de contagio.
“Es decir podría una persona vacunada contagiarse y la persona vacunada no generar síntomas o generar síntomas leves pero sí puede infectar a otros durante ese tiempo”.
En ese sentido, el experto es enfático en lo importante que es mantener las medidas de prevención, como el uso de mascarillas o la distancia física, aún cuando se haya administrado la vacuna contra el covid-19.
Tuve covid… ¿me vacuno?
La doctora en Microbiología, Caroline Weinstein, es abierta al señalar que hay opiniones encontradas sobre si una persona que ya tuvo el virus se tiene que vacunar o no. Para ella, todo depende de hace cuánto tiempo se tuvo la infección.
“En el escenario de la vida real, se ha visto que es muy raro que alguien se reinfecte antes de 3 meses, por lo tanto en ese marco no debiera vacunarse. En tiempos intermedios podría tomar una sola inoculación, pensar que es el refuerzo. Y si han pasado más de 3 meses de la fecha de infección podría vacunarse como una persona que nunca tuvo la enfermedad” señala.
El infectólogo de la Universidad de Santiago tiene una opinión más marcada, y es enfático al señalar que las personas que ya tuvieron covid-19 se tienen que vacunar de igual manera. Esto, porque hasta ahora no habría certeza de cuanto es la duración de la inmunidad que genera la enfermedad.
Y agrega: “También porque se ha visto que la intensidad de la respuesta inmune es diferente en las personas según la gravedad de la enfermedad y según otros factores que dependen de la persona, por lo tanto la vacuna estimula una mejor respuesta inmune optimiza la respuesta que generó la enfermedad y probablemente otorga una inmunidad más duradera”.
¿Una vacuna periódica?
Ignacio Silva señala que es difícil responder en estos momentos si será necesario repetir la vacuna frecuentemente, así como ocurre con la influenza, pero admite que “es una posibilidad bastante cierta”.
“Es probable que tengamos que repetir la vacunación contra el coronavirus en años posteriores, es una posibilidad que sólo resolveremos con el tiempo. Uno por el comportamiento del virus en el tiempo y otra por el comportamiento de otros coronavirus importantes como el SARS y el MERS (Síndrome Respiratorio por Coronavirus de Oriente Medio)”, explica.
Asimismo, apunta que “tal vez sea necesario ajustar las vacunas”, a modo de combatir las diferentes variantes que se descubran.
En esa línea, sostiene que se pueden incluir -como se hace con la influenza- distintos tipos de coronavirus en una misma dosis. Todo ello, “para cubrir esta distintas cepas que podrían aparecer”, comenta.
Por su parte, Caroline Weinstein indica que “la vacuna contra el covid-19 en cualquiera de sus plataformas tendrá que ser periódica, de la misma forma que hacemos con la influenza. La periodicidad la obtendremos de la observación de la reinfección en población vacunada”.