La tarde de este martes, el Gobierno confirmó que 5 millones de personas han sido vacunadas en Chile en el marco del masivo plan de inoculación contra la covid-19, lo que partió hace exactas seis semanas.
Pero, al mismo tiempo, nuestro país parece encaminarse a pasos agigantados a una tercera ola de contagios, con 900 mil diagnosticados en lo que va de la pandemia.
Pero pese a la aumentada presión que pesa sobre el sistema de salud, un estudio del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián (Ipsuss), en base a cifras del Ministerio de Salud, concluyó que la vacunación ya comenzó a surtir sus primeros efectos, al menos si se consideran las hospitalizaciones de adultos mayores en UCI.
Mientras que en noviembre de 2020 la media de edad era de 61 años y siete meses, en lo que va de marzo eso cayó a 57 años, concluyó Ipsuss.
“La proporción de los pacientes mayores de 60 años hospitalizados en UCI ha oscilado durante las nueve semanas previas al inicio de la vacunación, entre 66% y 61%. A partir del inicio del proceso de vacunación esta proporción de pacientes mayores de 60 años ha caído hasta un mínimo de 56% justamente durante la última medición del día 13 de marzo”, indicó Arturo Zúñiga, exsubsecretario de Redes Asistenciales y director ejecutivo de Ipsuss.
“No es que este grupo se esté contagiando menos, pues en proporción los contagios por edad se mantienen constantes, pero la necesidad de hospitalización ha sido menor en ese grupo”, complementó.
Así, estos resultados pueden vincularse con el desarrollo del plan general de inmunización, que efectivamente partió con los más ancianos. “Es algo que no se podría explicar sin los efectos de la vacunación”, comentó Zúñiga.
Según el mismo análisis, aunque en un mes el crecimiento total de casos activos alcanzó un 62%, las hospitalizaciones en UCI tuvieron alzas muy disimiles.
Por un lado, los grupos menores de 49 años y de 50 a 59 aumentaron entre 71% y 56%, respectivamente. En tanto, el de mayores de 60 años, priorizado en el proceso de vacunación, lo hizo solo un 12%.
“Esta caída del grupo etario de mayores de 60 años implicó un menor uso de 493 camas, aproximadamente, lo que ha permitido seguir disponiendo de camas para otros grupos de la población”, cerró Zúñiga.