Desde su oficina -improvisada en el dormitorio que alguna vez fue de su hijo hoy independizado- Caroline Weinstein Oppenheimer, atiende el teléfono para responder las consultas. ¿El tema? El proceso de vacunación que comienza este miércoles y que ella conoce muy de cerca.
Weinstein precisamente es una de las profesionales que más sabe de cada una de las dosis que llegará a Chile: es químico farmacéutico, doctora en microbiología e inmunología y forma parte del grupo de expertos externos del Instituto de Salud Pública que visó el ingreso de los productos de los distintos laboratorios del país.
Fue la responsable de exponer sobre las vacunas de Pfizer-BioNTech, Sinovac y AstraZeneca-Oxford, durante las discusiones públicas tras sus respectivas solicitudes de uso de emergencia en Chile.
Con la vista al mar desde el Cerro Placeres de Valparaíso, estas son sus conclusiones.
Pfizer-BioNTech, la vacuna innovadora
La vacuna fabricada por el laboratorio Pfizer-BioNTech fue la primera en recibir la aprobación del ISP para su uso de emergencia en Chile.
El visto bueno se dio el pasado 16 de diciembre, luego de haber sido aprobada pocos días antes por la Agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos.
Los argumentos esgrimidos en la oportunidad apuntaron a una evaluación exhaustiva de la información disponible sobre la seguridad, eficacia y calidad de fabricación.
-¿Qué significa que esta vacuna esté hecha en base al ARN Mensajero?
-Vamos a decir que es un material genético que se llama ARN y cuando sea incorporado dentro de las células, va a ser leído. Las células con su maquinaria normal lo van a leer y lo van a transformar en la proteína espícula (o spike, que son las “coronas” del virus), que es la que queremos contrarrestar. Si contrarrestamos, a través de la producción de anticuerpos la proteína espícula estamos logrando impedir que el virus entre a la célula y se propague.
En paralelo también hay otro tipo inmunidad que llamamos celular y que está destinada a destruir células que ya fueron infectadas. Eso también se observó en los estudios, que es producida gracias a este mecanismo. Básicamente es la primera vacuna en el mundo que es aprobada y que se basa en el ARN.
-¿Se toma el ARN del virus o en base a su información se crea de forma artificial?
-Con la secuencia que se liberó hace aproximadamente un año, se fabrica en forma sintética. Esto es como un código de letras y ese se puede reproducir en forma sintética y se genera una nano-cápsula de moléculas grasas que envuelven al ARN -que es una molécula inestable-, para darle cierta estabilidad que van a permitir que se una a la membrana de las células y pueda, de alguna forma, penetrar el ARN a las células.
-¿Por qué esta vacuna no es recomendable para personas con hipersensibilidad o que hayan sufrido un shock anafiláctico?
-Es una recomendación que se va repitiendo en las tres vacunas. Un shock anafiláctico es una reacción -para decirlo en términos corrientes- alérgica y severa que te lleva al hospital. Por lo tanto, las personas que ya lo tuvieron, tienen más predisposición de tener una reacción de ese tipo. Y, como uno de los componentes de esta vacuna es una grasita -cuyo componente se parece bastante a la que está en algunos alimentos-, puede tener potencial de dar alergia.
De ahí la importancia de la inmunidad de grupo que se pretende lograr con la campaña de vacunación, así se protege a quienes no pueden ser vacunados.
Sinovac y la desconfianza de la “vacuna china”
El 31 de enero recién pasado se concretó la llegada del segundo cargamento de vacunas del laboratorio Sinovac.
Fue justamente el arribo de esas casi 2 millones de dosis lo que permitió al Gobierno anunciar el inicio de las vacunaciones masivas en Chile.
Pese a la importancia de ese evento, aún existen personas que -sin ninguna base científica- miran con desconfianza a la denominada “vacuna china”. Según la última encuesta Cadem el nivel de confianza se mantiene bajo (35%), a diferencia de la fabricada por Pfizer/BionTech, la que continúa siendo la más confiable para la ciudadanía 54%.
-Esta vacuna utiliza un mecanismo tradicional, se habla de un virus inactivado…
-Es una estrategia absolutamente probada. El virus se cultiva en células, porque los virus no son capaces de reproducirse si no están dentro de otras células. En este caso las células se infectan, luego se hacen crecer en biorreactores -que son contenedores gigantes- y luego se inactiva. Se le aplica una molécula química para inhibir la posibilidad de que este virus sea reproducible.
Los gringos lo llaman killed y que me gusta mucho más que “inactivado”, porque el virus está muerto, está destruido. Eso se inyecta y esto va a ser reconocido por el sistema inmune, donde estarán todas las proteínas del virus, no sólo la espícula.
-Da la sensación que entre las personas hay más desconfianza por esta vacuna, dado que es de China. ¿Qué explicación se puede dar para que se entienda que es segura, más allá de lo que explique la autoridad que también tiene problemas de credibilidad?
-Verdad (se ríe). Lo que hay que decirle a la gente es que ellos no saben la cantidad de principios activos de medicamentos que tienen origen chino y que se los toman con toda confianza. Yo diría que entre el 60% a 80% de la parte activa de los medicamentos que consumimos, vienen de China e India.
Además, Sinovac es una empresa muy importante en China y algunos de sus productos ya han sido utilizados en nuestra población y sus plantas de producción fueron visitadas por equipos técnicos, no políticos, técnicos del ISP, viendo que cumplieran con las buenas normas de manufactura.
-La recomendación que hicieron ustedes como grupo de expertos externos fue que su uso rigiera de 18 a 59 años. El Minsal en primera instancia había aceptado la sugerencia, pero terminó por acoger los argumentos del ISP, desde donde se planteó que fuera sin tope de edad, basándose en los antecedentes del estudio de fase 3 que se aplica en Chile. ¿Cómo lo analiza?
-Es difícil. Desconocemos los datos nuevos que vieron las autoridades chilenas, entonces es muy difícil saber y opinar sobre estudios Fase 3 que están en curso. Lo único que puedo decir es que la gente que reciba la vacuna no está en riesgo de una reacción alérgica. Si decidimos no aprobarlo para más de 59 años fue por dudas en la eficacia, no en su seguridad. Pero será necesario mantener las medidas de autocuidado.
AstraZeneca y Oxford el rol de los chimpancé y los mayores de 55 años
-No deja de llamar la atención de que la vacuna AstraZeneca y Oxford se base en un adenovirus de chimpancé ¿Cuál es la explicación?
-No hay un chimpancé involucrado, aquí lo que hay es un adenovirus que sólo infectan al chimpancé no al humano. Luego toman el virus, lo cultivan en grandes cantidades, lo modifican genéticamente y le sacan la capacidad de duplicarse y en vez de eso le colocan el gen de la proteína S o espícula. Así, cuando se inyecta, entrará a la célula, pero entregará su material genético para que sea transcrito a ARN y luego transformado a la proteína, entonces se parece bastante a la de Pfizer.
-La recomendación de uso que hicieron fue de 18 a 55 años, usted en la exposición que hizo hablaba de la proporción de la muestra en los mayores de 55 años…
-Claro, que era un 12% y se recomienda que al menos haya un 25%, entonces estaban por debajo de ese límite. Hay que recordar que estamos aprobando vacunas con estudios en curso y de aquí a marzo (que es el mes en que llegaría esta vacuna), podría haber más información.
-¿En qué se diferencia esta vacuna de las otras dos aprobadas?
-La novedad es que pasa a ser la primera vacuna adenoviral que tenemos. El vector adenoviral ha sido utilizado en terapia génica, por eso algunos se confunden y piensan que es terapia génica, pero no es lo mismo. Cuando aplicas terapia génica ahí sí estás buscando un cambio en el ADN de la persona, pero aquí todo es transiente, es decir, este material genético va a estar un tiempo en la célula y después va a degradarse, va desaparecer, no se va a integrar en la persona.
Las generalidades
-Todas estas vacunas no evitan una infección, sino que disminuyen la probabilidad de enfermarse…
-Claro, porque para hacer estudio de transmisibilidad se necesitarían estudios más largos con mayor tamaño de muestra, así que lo que van a evitar es que la gente enferme que es lo que necesitamos, porque así se disminuye el colapso hospitalario.
-Como los estudios están en desarrollo, es normal que las vacunas se vayan modificando a medida que el virus también presenta mutaciones, como lo que ocurre con la vacuna de la influenza.
-Exactamente, la vacuna de la influenza va cambiando todos los años y esta vacuna también va a tener que ir adaptándose a los cambios en el virus. Esa es una realidad y esa es la mejor comparación que debemos hacer. No es algo muy complejo de hacer, desde el punto de vista tecnológico.
-¿Se va a vacunar independiente de la vacuna que le toque?
-Desde luego, si tengo la oportunidad no tendría ninguna duda de dar el ejemplo y vacunarme. Entre vacunarse y no vacunarse, en términos probabilísticos -es que estoy casada con un estadístico, tengo que ver la vida así- tu probabilidad de enfermar con vacuna es menor que sin vacuna y no hay un riesgo, por lo tanto yo recomiendo cualquiera de las vacunas que son serias y han pasado por el ISP.
-De todas formas no me dijo su edad…
-Bueno, tienen que calcular, estoy entre Oxford y Sinovac (ríe), pero sí, me voy a vacunar.