Este jueves el ministro de Salud, Enrique Paris, fue consultado en medio del balance diario por una “funa” que habría realizado un grupo de ciclistas en su contra en su domicilio particular.
Al respecto, Paris confirmó que fue frente a su domicilio y que era “una cantidad importante de ciclistas gritando improperios, insolencias e insultos en un país donde existe la democracia y donde toda la gente puede manifestarse, pero (con) respeto, con calma y manteniendo el diálogo”.
“Además de los gritos desagradables, yo vivo en un edificio departamento, por lo tanto no solamente afectó a mi familia, sino que a todos los residentes del edificio y de los edificios cercanos”, sostuvo.
Agregó que “rayaron con insultos, enano no sé cuanto, ministro c….o, renuncia ctm. Yo encuentro que es el colmo, y es el colmo porque esto desgraciadamente da una visión de una parte muy pequeña de la población que actúa igual que los nazis cuando hicieron la famosa noche de los cuchillos largos”.
“Actúan igual que esa turba aleonada por el presidente Trump que entró al capitolio sin respetar nada y es muy importante y es muy a tiempo que toda la población rechace estas actitudes, porque a lo mejor le han ocurrido a otras personas que no tienen la posibilidad de dar a conocer esta situación”, aseguró.
El ministro explicó que le ha ocurrido a otras familias que también, según dijo, han sido atacadas injustamente. “Yo les pido que si quieren ir a protestar vayan a hablar conmigo al Ministerio de Salud, yo tengo derecho a descansar, a tener mi privacidad en mi hogar y además afectaron a muchas otras familias que viven ahí”, declaró.
“No sé cómo además esta gente que se dice que respeta la diversidad, que respeta el diálogo, que respeta la libertad, es capaz de cohibir la libertad, es capaz, mediante el temor, impedir que uno pueda manifestarse, y eso lo encuentro insólito, y ojalá que algunas autoridades que nunca, o algunos político que nunca han hablado en contra de estas manifestaciones violentas, de una vez por todas la hagan, porque es el momento”, indicó.
Finalmente, emplazó: “Que vayan al Hospital San José, o que vayan a decirme al ministerio que yo estoy matando gente —porque eso es lo que gritaban, algo insólito—, pero no en mi casa, ni en la casa de ninguna persona en Chile”.