Con las nuevas modificaciones del Plan Paso a Paso también vino una peculiar restricción para pubs y restaurantes en sus terrazas, decisión que parecía no tener sentido: la prohibición de emitir música en vivo o envasada.
La medida generó inmediatamente una controversia en el rubro artístico y musical nacional quienes, mediante una declaración pública, rechazaron “categóricamente las nuevas restricciones”.
Sin embargo, desde mayo de 2019 que existen antecedentes científicos que sostienen que hablar fuerte, cantar o gritar propicia que las gotículas liberadas por una persona infectada puedan contagiar a otra persona, según recoge La Tercera.
Se trata de estudios publicados en las prestigiosas revistas científicas Nature y Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America.
Los científicos que investigaban la propagación pidieron a sujetos de estudio que repitieran frases en diferentes niveles de volumen, para luego usar láseres que les permitieron visualizar las gotas que se propagaban en un ambiente de aire cerrado y estancado.
Estudios previos relacionados con fluidos orales en pacientes de COVID-19 permitieron estimar que un minuto de habla en voz alta genera a lo menos mil gotas que contienen el virus. Asimismo, se sostiene que dichas gotas se mantienen en el aire entre 8 y 14 minutos.
Además, existen personas contagiadas que producen muchas más gotas que el promedio de los pacientes. Los científicos siguieren que dichos “súpercontagiadores” inclusive pueden llegar a producir más de 100 mil gotitas por minuto hablado.