“Va a ser muy difícil ocupar el cargo del ministro Lamberto Cisternas porque fue una persona muy idónea, me ayudó bastante, muy capaz y espero seguir los mismos pasos de él. Estoy emocionado por poder compartir en esta etapa de mi vida con los ministros de la Corte, trabajar por el país y la justicia en Chile”.
Con esas palabras el juez Mario Carroza, ahora ministro de la Corte Suprema desde las 08:59 horas de este jueves, saludó a la prensa en lo que fueron sus primeras declaraciones oficiales como miembro del máximo tribunal.
Tras varias décadas en el Poder Judicial y más de diez años revisando causas de Derechos Humanos, ahora Carroza partirá un nuevo rumbo como integrante de la Tercera Sala de la Corte, dedicada a temas de naturaleza constitucional.
“Son otros los senderos que voy a seguir”, manifestó, tras lo cual habló de desafíos no personales, sino que a nivel de institución, a los que aseveró se adherirá.
Consultado al respecto por Radio Bío Bío, Carroza descartó que hoy en día los jueces en Chile fallen por motivos políticos.
“Los jueces siempre estamos en razón de los hechos que se nos presentan. Todos, todos, tal como he señalado, porque no es primera vez que lo manifiesto, nunca fallan por un tema ideológico o político: tienen los antecedentes a la vista, los analizan, toman determinaciones en su función, pero nunca hay una sensibilidad políica o ideológica que permita (fallar) de una manera determinada. Doy fe de ello”, comentó.
Sobre su trabajo en causas provenientes desde la época de la dictadura, Carroza recordó que lo hizo justamente por mandato de la Corte Suprema.
“A mí me tocó violaciones a Derechos Humanos entre 1973 y 1990. Hice mi trabajo, cumplí con mi deber, fui objetivo, nunca recibí presiones, mi labor fue tranquila”, señaló.
Sobre el proceso constituyente, el supremo concluyó que efectivamente el tribunal que ahora integra debe participar, por lo que prometió colaborar con conocimientos no solamente en el camino que podría entregar una nueva Carta Magna, sino que también en materia de equidad de género.
En cuanto a la reforma en Carabineros, institución por la cual tuvo un paso como profesor, Carroza catalogó la aventura como “esencial” e hizo hincapié en que las fallas que se han advertido en el último tiempo no han pasado por la parte teórica, sino que por los protocolos, es decir en lo técnico u operativo, por lo que asume que las modificaciones apuntarán a ello.
En relación a las causas que dejó, Carroza puntualizó que hay una coordinación para casos de Derechos Humanos y que quien la lidera deberá designárselas a una o más personas.
En lo que respecta al caso Neruda, el magistrado confirmó que los laboratorios ya hicieron su trabajo y que lo último que falta es una reunión del segundo panel, entre marzo y abril, para emitir un informe definitivo y que un juez entregue conclusiones y tome determinaciones en base a ese documento.
De todas las preguntas que se le hicieron, Carroza evitó responder las consultas acerca del proyecto de ley con el cual se busca amnistiar a los detenidos e imputados tras las movilizaciones sociales de octubre.
El 1 de diciembre, el presidente Sebastián Piñera lo propuso para el cargo que ahora ostenta. 20 días después, la Sala del Senado lo confirmó con 35 votos a favor.
José Miguel Durana (UDI), Iván Moreira (UDI), Kenneth Pugh (IND) y Jacqueline van Rysselberghe (UDI) votaron en contra. En tanto, se abstuvieron Claudio Alvarado (UDI) y José García Ruminot (RN).
A diferencia de otros países, donde el trabajo de un supremo puede ser de por vida, acá en Chile los ministros jubilan cuando cumplen 75 años.
Nacido en 1951, y de actuales 69 años, Carroza tiene adelante suyo alrededor de seis años como integrante del tribunal de última instancia.