Progresivamente, en las últimas semanas autoridades y especialistas han ido acrecentando el optimismo en torno al combate de la pandemia en Chile. El primero fue el propio ministro de Salud, Enrique Paris, que desde fines de junio empezó a instalar el discurso de “leve mejoría” y que este lunes lo siguió reafirmando en un tono aún más firme en el balance diario desde La Moneda.
En concreto, destacó la baja de 10% en los nuevos casos durante los últimos 14 días, además de una caída en la positividad a 7,64%, pese a que el número de testeos se ha mantenido alta, con 26.012 exámenes PCR en 24 horas.
En ese sentido, enfatizó que “otros países que tanto nos critican no hacen ni la mitad de los exámenes que estamos haciendo nosotros” y apuntó contra los críticos de la gestión del Gobierno en relación a la pandemia.
“Por favor vean la realidad de Chile y siéntanse orgullosos de su país y orgullosos del trabajo que hacen los funcionarios de salud a nivel de todo Chile”, subrayó.
Probablemente apuntaba, entre otros, al último Informe Covid-19 del Departamento de Políticas de Salud y Estudios del Colegio Médico, que si bien admitió mejorías en 8 de las 16 regiones del país, a su vez advirtió un aumento de casos destacado en Tarapacá, Atacama, Ñuble, Araucanía, Los Lagos y Magallanes.
Durante el fin de semana también afloró la comparativa del ingeniero Ernesto Laval, quien ante la disminución de casos nuevos y el desconfinamiento, advirtió que la población asume que ya pasó lo más difícil y se relajan.
A la fecha Chile muestra una curva tranquilizadora, tal como ocurrió en muchos países, que tras el relajamiento de las medidas registraron rebrotes que incluso superaron ampliamente los peaks registrados en la primera ola. Pero a diferencia de ellos, explicó Laval, “nosotros tenemos la ventaja de aprender de los que van antes”.
Entonces ¿qué podría pasar en tres meses si no tomamos suficientes medidas?
En Bélgica, al 15 de mayo pasado ya habían pasado el peak y venían disminuyendo los casos, en un escenario similar al de Chile en la actualidad. Ante la disminución de casos, a inicios de junio empezaron a relajar medidas y un mes más tarde empezaron a registrar un alza que los obligó a reponer medidas de contención.
El caso de Bosnia y Herzegovina es aún más dramático. A mediados de mayo parecían haber pasado un doble peak y los casos continuaron bajando hasta fines de mes. Pero luego sobrevino una brusca alza y a la fecha ya suman más de 20 veces los casos nuevos que tenían en la primera ola.
En el caso de Bulgaria, según se aprecia en el gráfico, tuvieron su primer peak a fines de abril y los casos continuaron bajando hasta comienzos de junio. No obstante, a mediados de ese mismo mes vino un aumento pronunciado de contagios y llegaron a un nuevo peak 4 veces mayor al primero.
En la misma línea de su vecino, Croacia logró prácticamente eliminar los nuevos contagios a comienzos de junio, llegando a registrar apenas 1 caso a la semana en todo el país. A fines de mayo liberaron restricciones y la gente volvió a socializar en restaurantes, bares y playas, lo que para julio disparó nuevamente los casos y también superó su primer peak.
Por su parte, República Checa, a fines de mayo ya creía tener el virus bajo control y el país se empezó a preparar para abrir pubs, hoteles y relajar el uso de mascarillas. A fines de junio aumentaron los contagios y no han logrado retomar el control.
El caso de España, en tanto, no es tan brusco, pero sí ha sido bastante conocido, en particular por el repunte de la situación en la región de Cataluña. El país tuvo una fuerte reducción de nuevos casos (comparado con el peak del 31 de marzo), pero nunca bajó de 1.700 casos semanales. A fines de junio iniciaron el levantamiento de restricciones para entrar a una “nueva normalidad”, lo que poco a poco los ha llevado a registrar más casos nuevos que el 20 de marzo.
Grecia, luego de medidas estrictas que lograron mantener los casos controlados en mayo, comenzaron un plan para levantar gradualmente todas las medidas y abrirse al turismo ad portas del verano europeo. A la fecha están con un alza pronunciada de nuevos casos.
Holanda logró un buen control de la epidemia y decidieron ir relajando las medidas a partir de mayo, abriendo cafés, restaurantes, residencias de ancianos, escuelas, etc. No obstante, desde el 11 de julio de observa un alza pronunciada de casos que se ha mantenido hasta la fecha.
Israel a fines de mayo lucía unas cifras controladas y el Gobierno de ese país optó por anunciar el regreso a las aulas. A mediados de julio el gráfico muestra que triplicaron la cantidad de casos nuevos.
Otro caso ejemplar se había registrado en Japón: a fines de mayo dieron por terminado su “Estado de Emergencia” y sorprendieron al mundo con el control de la epidemia. Y ahora, a inicios de agosto, más que duplicaron los casos respecto al primer peak.
En mayo, las autoridades de Macedonia adoptaron un plan de “fases” para relajar las restricciones y comenzaron a reabrir la economía. Pero durante junio tuvieron un alza pronunciada de casos y llegaron a más de 10 veces las cifras de comienzos de mayo.
En Marruecos, a mediados de mayo habían pasado un segundo peak y los números comenzaban a bajar, hasta que en junio anunciaron el relajamiento de las medidas de contención y los números volvieron a subir: hoy las cifras son más de 20 veces las que había a comienzos de junio.
A pesar que Polonia nunca llegó a un verdadero peak, a fines de mayo su primer ministro Mateusz Morawiecki subrayó que ya habían “contenido la pandemia de manera más eficiente que los países más ricos”, tras lo cual comenzó a relajar las medidas. Actualmente tienen sus peores cifras desde que llegó el virus a ese país.
En un escenario de similares características, Rumania, sin haber reducido fuertemente las cifras de nuevos contagios, a fines de mayo decidió relajar las medidas de contención. Incluso permitieron viajes internacionales por carretera y trenes desde el 1 de junio. A inicios de agosto las cifras siguen creciendo fuertemente y ya se triplicaron respecto a su peor momento en la primera ola.
Lo mismo para Ucrania. En mayo los contagios parecían dejar de crecer, aunque nunca se redujeron fuertemente. Las autoridades anunciaron la liberación de restricciones y reabrieron parques, peluquerías, restaurantes, malls y jardines infantiles. En julio los casos volvieron a dispararse y en agosto ya anota el doble de casos nuevos en relación al periodo previo a la reapertura.
Ejemplos a seguir
Aunque el panorama luce desalentador, no todos los países han vuelto a aumentar los casos y varios sí han podido mantener el control, como ha ocurrido con Nueva Zelanda, Taiwan, Tailandia, Italia, Korea del Sur, Níger, Mauricio e Irlanda, tal como se aprecia en los gráficos.
La mayoría de ellos evitaron relajar medidas hasta tener números muy bajos de transmisión comunitaria y recién lo hicieron cuando los nuevos casos ya no tenían nexos con los casos previos.
Y, además, tienen sistemas muy robustos para testear, trazar y aislar (TTA), una estrategia clave en la que han insistido los especialistas en Chile para evitar que nuestro país sufra las consecuencias de un rebrote sin control.
Sin embargo, de acuerdo al Colegio Médico y otras 5 agrupaciones, aún no contamos con indicadores sistemáticos por parte de la autoridad sanitaria sobre el desarrollo de la estrategia en la Atención Primaria de Salud (APS), por lo que en conjunto comenzaron a realizar encuestas -ya se han realizado 3 rondas- al personal médico para monitorizar regularmente algunos elementos sobre el TTA y formular propuestas ante la Mesa Social Covid-19 que permitan optimizar la estrategia.
Lamentablemente, el Informe Covid-19 publicado por la Escuela de Salud Pública (ESP) de la Universidad de Chile este lunes, advirtió que “los modelos muestran una tendencia a la endemia estable alta y peligros de rebrotes”.
Rebrotes regionales
Por su parte, el último reporte del Departamento de Políticas de Salud y Estudios del Colegio Médico, colocó a 6 zonas del país a la cabeza en los grupos de riesgo epidemiológico regional, en base a la variación de casos nuevos semanales y la tasa de incidencia (casos activos por 100.000 habitantes).
De acuerdo al informe, Tarapacá, Atacama y Los Lagos registran cifras altas en estos 2 indicadores, lo que refleja de una “situación epidemiológica de alta complejidad, por lo que se deben aumentar intensamente los esfuerzos por disminuir la transmisión de la enfermedad”.
Cada una de ellas registró una alta incidencia (244.5, 230.1 y 99.8 respectivamente), nuevos casos (421, 362 y 495 en la semana del 27 de julio al 2 de agosto), además de una positividad por sobre el promedio nacional (7,64% este lunes), que en las 2 regiones nortinas llegó al 15.4% y 11.7% durante el periodo mencionado.
En tanto, una escalón más abajo figuran Arica, Antofagasta y Coquimbo, las que “pese a la reducción en casos nuevos, el riesgo de exposición aún es muy alto”, ya que todavía “se mantiene una alta concentración de casos activos, con una incidencia superior a 100”.
Al igual que las primeras 3, también anotan una alta incidencia (386.3, 168.8 y 130.4 respectivamente), nuevos casos (530, 650 y 679 en la semana del 27 de julio al 2 de agosto), además de una positividad por sobre el promedio nacional (7,64% este lunes), que en cada una de ellas llega al 24.5%, 15.6% y 17.8% durante el periodo mencionado.
En definitiva, según el ESP, “todos los indicadores señalan un alto riesgo en la zona norte, por lo que se deben reforzar las intervenciones epidemiológicas en la zona y optimizar la comunicación de riesgos hacia la población”, además de “seguir trabajando en una trazabilidad efectiva”.
Asimismo, si bien en la zona central los indicadores “están más cerca de los umbrales de riesgo tolerable”, el reporte insiste en que -en particular en esa zona- “el talón de Aquiles es la trazabilidad”.