Lo que llaman “política del avestruz” es ya “insostenible” para las víctimas de la violencia en el Bío Bío.
Dos furgones, un camión, una camioneta, un cargador frontal, una torre maderera y un container utilizado como comedor de personal operario, de la empresa contratista Kupal, fue el saldo del último ataque incendiario ocurrido el jueves en Cañete, el cual se convirtió en el número 57 en lo que va del presente año en la provincia de Arauco.
Cantidad que es calificada como “preocupante” por el líder de Arauco 7 y alcalde de Arauco, Mauricio Alarcón, quien pidió urgente la presencia y soluciones de autoridades nacionales para enfrentar la crítica situación.
Así, en solo siete meses, o a poco más de la mitad del presente año, la suma de los episodios vinculados a la “violencia rural” en Arauco, entre ataques incendiarios, porte ilegal de armas, lesionados, entre otros, es casi igual a los 58 hechos violentos acaecidos en los doce meses del año 2019, en promedio, cinco por cada mes. Lejos, eso sí de lo poco más de 8 por mes en lo que va de 2020.
Esa es la cifra que maneja la Intendencia del Bío Bío, la cual detalla las 115 querellas en la materia que ha presentado el Gobierno Regional por violencia rural en la zona sur de la provincia de Arauco entre 2019 y 2020.
Política de la avestruz
El líder de Arauco 7, Mauricio Alarcón, calificó como preocupante la cifra de ataques.
“Es una situación que nos genera preocupación, sobre todo porque estamos hablando que queda una cantidad importante de meses para terminar el año. Más allá de la estadística, aquí hay una vulnerabilidad de una parte importante de la población, en particular en el cono sur de la provincia de Arauco”, dijo Mauricio Alarcón.
También cuestionó la ausencia de autoridades nacionales en la zona, con soluciones eficaces, lo cual calificó como “política de la avestruz”.
“Sentimos que la institucionalidad no ha estado a la altura para cautelar situaciones que para nosotros son importantes y no se pueden relevar, como la vida, la integridad y sentise seguro, que son temas que no son menores. En ese aspecto el Estado de Chile está al debe”, destacó.
Pide la presencia del ministro del Interior, Víctor Pérez, ex senador por la zona, “lo más pronto posible” en Arauco.
Autoridad provincial también lamenta
Por su parte, el gobernador de la provincia de Arauco, Óscar Muñoz, también lamentó las cifras existentes en el cono sur del Bío Bío relacionadas con violencia rural y aseguró que hay presencia del Estado en la zona.
“Son cifras lamentables, nadie podría estar con esto. Esto se da por un contexto que todos conocemos, que están peleando, comunidades o personas más extremas por la liberación de algunos imputados que están en las cárceles de Temuco, Angol y Lebu, acá. Tenemos once de la provincia en esa condición, que tienen calidad de imputados. El icónico de esto, que es Celestino Córdova, ya está condenado”, dijo Muñoz.
“Se da en contexto de medidas de presión. La huelga de hambre es una, la medida de presión que están haciendo los imputados al interior de las cárceles y afuera, hemos visto, acá en la provincia, en el último mes, particularmente. En la provincia hemos tenido tres meses que han sido negros de violencia rural, que es enero, febrero y ahora julio”, añadió.
Sobre la solicitud de presencia de autoridades nacionales a la zona, Muñoz indicó que “siempre ha estado. Hay presencia terrestre, aérea, las cifras de efectivos policiales en la zona, siempre han ido al alza, nunca a retroceso. Hay una prefectura de Carabineros exclusiva para la macrozona, también de la PDI”.
Por lo pronto, el ministro del Interior, Víctor Pérez, arribará a La Araucanía este viernes.
Lo que no se tiene claridad es si el exsenador por Bío Bío y Ñuble visitará también la provincia de Arauco, igualmente golpeada y duro, con mayor intensidad en los últimos tres meses.
En Arauco están seguros que irá y no los dejará con sus inquietudes sobre la mesa. Los grupos violentos, ahora más activos que nunca, con pandemia y todo, no parecen dispuestos a cesar los ataques que parecen buscar romper, también, las estadísticas y ponerlas como fierro caliente al ministro debutante y al Gobierno.