El próximo jueves 23 de julio, llegarán a Chile cuatro escoltas de la Interpol París a buscar a Nicolás Zepeda, el único acusado por la desaparición y presunto homicidio de su exnovia, la japonesa, Narumi Kurosaki, en diciembre de 2016 en Besanzón.
Esto, después de que de manera unánime, la Segunda Sala de la Corte Suprema aprobara su extradición a Francia, para que sea juzgado por su eventual participación en el crimen.
Según la investigación del país europeo, Zepeda amenazó, espió y asfixió premeditadamente a quien fuera su pareja por casi dos años, y de la cual, aún no se encuentra el cuerpo.
A la espera de su extradición, la Fiscalía chilena -que representa a la francesa-, solicitó modificar su firma semanal y arraigo nacional, por arresto domiciliario total, ya que desde Francia pidieron que Zepeda se mantenga en cuarentena preventiva durante al menos dos semanas anteriores al traslado, expresados en un aislamiento, por la emergencia sanitaria. Petición, acogida por el ministro de la Corte Suprema, Jorge Dahm.
Asimismo, el juez afirmó que se oficiará a la PDI, para que incaute el pasaporte de Zepeda, y que el día 23 de julio, los detectives serán los encargados de llevarlo al Aeropuerto Arturo Merino Benítez.
Por su parte, la abogada defensora de Nicolás Zepeda, Joanna Heskia, afirmó que ahora que hay fecha confirmada, parece razonable el cambio de medida cautelar.
Según fuentes de Radio Bío Bío, la familia de Zepeda se encuentra evaluando si continuarán con abogados chilenos, o contrataran a uno francés, en cuanto comience el juicio en Francia.