Abrir la tapa del ataúd, sin bolsa impermeable y la presencia de alrededor de 31 personas al entierro del arzobispo emérito, Bernardino Piñera, fallecido por Covid-19 y tío del Presidente de la República, Sebastián Piñera, fueron los hechos que gatillaron la polémica nacional, en que habría una diferencia en la aplicación del protocolo de funerales con pandemia, porque era la familia presidencial.
Incluso se pidió sumario sanitario.
Todo partió la noche del domingo con la publicación en redes sociales de un video en el Cementerio Parque del Recuerdo en Santiago. Y tiene audio…
“No se puede abrir”, advirtió con un grito Andrés Chadwick, primo del Mandatario y ex ministro del Interior, para evitar que abrieran la tapa del féretro, luego que la esposa dijo que “Sebastián quería verlo” al fallecido por neumonía tras Covid-19, según el certificado de defunción.
Una mujer levantó la tapa y la pareja presidencial lo miró, un episodio prohibido en todos los otros funerales, donde la generalidad es mantener el ataúd cerrado, más una cantidad inapropiada de personas en el lugar, abrieron la discusión.
La subsecretaria de Salud, Paula Daza, dijo que “el protocolo fue absolutamente cumplido”. Dio su palabra.
Luego, lo mismo fue reafirmado en el reporte diario del Minsal y finalmente, aunque con focos distintos, la seremi de Salud Metropolitana hizo lo propio.
Pero, las dudas no se van.
Familia defiende: “No, esos no se cuentan”
El primo del Presidente, Herman Chadwick, salió al paso de los cuestionamientos al cumplimiento del protocolo del funeral de Bernardino Piñera.
“En el video no hay nada que no cumpla con las normas. Nada. Se cumplen con todas las normas del protocolo. Los cajones se sellan, la tapa que se abre es una tapa que siempre se puede abrir. No se sella la tapa, sino se sella el vidrio. Por lo tanto, no hay ningún incumplimiento. Pero es algo familiar: no puede tener repercusión pública el entierro de un arzobispo de 104 años tan querido por su familia”, afirmó en entrevista a La Tercera.
Chadwick explicó que en el funeral “había 19 personas, se podían ver (…) Había 19 personas, te puedo decir quiénes éramos: ocho Chadwick Piñera con sus señoras, son 16; Sebastián, 18; Pablo, 19, y la Pichita (Magdalena, hermana del Presidente), 20. Veinte personas”.
Sin embargo, ante la consulta sobre la presencia de tres sacerdotes, seis músicos, dos fotógrafos, que, junto al núcleo familiar, sumaron 31 personas en total, Chadwick dijo que “no, no. Esos no se cuentan”.
Seremi justifica
Siguiendo la línea de defensa de la familia Piñera y del Minsal, la Seremi de Salud Metropolitana no se quedó atrás.
“Es importante aclarar que el cadáver de un fallecido por Covid-19, no significa un riesgo sanitario. El riesgo reside en la posibilidad de aglomeración de personas asistentes al funeral. En cuanto a las ceremonias, la autoridad sanitaria recomienda que los asistentes deben ser como máximo 20, restringiendo la asistencia de las personas que la Seremi de Salud haya determinado como contacto estrecho del fallecido producto de covid-19”, enfatizaron desde la Seremi de Salud Metropolitana.
Dijo que “la autoridad exige que el ataúd sea hermético e impermeable. Eso es indistintamente a que si está sellado con madera o un vidrio, que fue en el caso puntual”.
Sobre la cantidad de asistentes a la actividad de la familia Piñera, Paula Labra, justificó su presencia porque se trataría de funcionarios del cementerio.
“En este funeral no hubo más de 20 personas, que son familiares directos del fallecido quienes contaban con su permiso obtenido a través de comisaría virtual. Los músicos y las demás personas que se evidencian son empleados del cementerio, por lo tanto, estos no cuentan dentro de lo que indica el protocolo, que deben ser un máximo de 20 familiares directos”, dijo Labra.
Sin embargo, pese a la explicación de la Seremi Metropolitana no convence, porque el mismo reglamento del Protocolo del Covid-19 habla de la presencia de 20 personas como núcleo familiar directo del fallecido, para evitar aglomeración de personas.
El ministro Enrique Paris, dijo la noche de este lunes que, pese a lo dicho por el Presidente en el cementerio, Bernardino Piñera, no murió por coronavirus. Se había recuperado tras contagiarse en un exclusivo Hogar de Ancianos y estaba de alta, en la Clínica San Carlos de Apoquindo, solo en forma preventiva.
Al irse del funeral, Sebastián Piñera rechaza la mano de su esposa, Cecilia y se adelanta a su primo Andrés, con un golpe en el brazo para adelantarlo. No lo mira, ni se disculpa.
Si alguno de los presentes, incluyendo el Presidente, resulta contagiado con covid-19, muchos tendrán que seguir dando explicaciones y mejores.