Chile sería uno de los países menos golpeado por la pandemia en América Latina, según la proyección del centro estadounidense que asesora a la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según estima el Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (IHME), Chile sumaría para el 4 de agosto entre 421 y 1.417 fallecidos por la pandemia.
El organismo reveló esta semana su modelo para Latinoamérica, cuyas proyecciones llegan hasta esa fecha (4 de agosto).
En tanto, Brasil acumulará unas 90.000 muertes por COVID-19 para agosto, según la proyección del mencionado organismo, que además anticipa para entonces decesos cercanos a los 6.000 en México, Perú y Ecuador, y unos 700 fallecidos en Argentina.
“Este análisis muestra en América Latina una epidemia esperada bastante grande en Brasil y luego epidemias más pequeñas pero sustanciales en México, Perú y Ecuador y una epidemia mucho más pequeña en Argentina”, dijo el miércoles a periodistas el director del IHME, Christopher Murray.
En total, nueve países latinoamericanos con más de 50 muertos por el nuevo coronavirus fueron estudiados.
Según las cifras al 12 de mayo, Brasil será el más afectado, con 88.305 decesos, en un rango estimado entre 30.302 y 193.786. Argentina, en cambio, sólo sumará 680 fallecidos (414 a 1.420).
En comparación, México totalizará 6.859 muertos por la COVID-19 (3.578 a 16.795); Perú, 6.428 (2.731 a 21.724); y Ecuador, 5.215 (4.844 a 6.052). Colombia sumará 2.157 (793 a 5.890).
Panamá será el menos golpeado, con 661 fallecidos (362 a 1.345), al igual que Chile, con 687 (421 a 1.417), y República Dominicana, con 881 (595 a 1.435).
El riesgo del invierno austral
El modelo del IHME tiene en cuenta movilidad (medida con aplicaciones de celular), estacionalidad (variaciones de temperatura), pruebas diagnósticas per capita y densidad poblacional “como impulsores clave del potencial de transmisión”, explicó Murray.
El experto se dijo consciente de las dificultades de contemplar lo sanitario y lo económico para la toma de decisiones, pero señaló que “desde el punto de vista de la salud pública, no tiene sentido aflojar las medidas de distanciamiento social cuando aún no se llegó al pico de contagios”.
El IHME advirtió en un comunicado que en los lugares donde sigan registrándose infecciones y donde las pruebas y el rastreo de contactos sean insuficientes, aflojar el aislamiento social podría prolongar la pandemia y provocar un mayor número de muertes, además de aumentar el riesgo de una segunda ola de contagios.
Murray dijo que para Brasil el pico de contagios se alcanzará a fines de junio y señaló que el invierno austral “probablemente empeorará las cosas”.
“A diferencia del hemisferio norte, donde la estacionalidad de las temperaturas puede estar disminuyendo un poco la transmisión, lo contrario será cierto para los estados del sur de Brasil”, indicó.
Necesidad de más pruebas en México
El IHME aclaró que las estimaciones para Brasil y México surgen de datos de algunos estados, por lo que las predicciones a nivel nacional son probablemente más altas.
En Brasil, la mayor cantidad de muertes acumuladas para agosto se esperan en Sao Paulo, con 36.811 (11.097 a 81.774), y en Rio de Janeiro, con 21.073 (5.966 a 51.901). La COVID-19 causará al menos 9.401 fallecimientos acumulados en Pernambuco; 8.679 en Ceará; y 5.039 en Amazonas.
En México, el mayor número de decesos se prevé en Ciudad de México, con 3.414 (1.396 a 9.671); y en Baja California, con 1.171 (675 a 2.566).
En ambos países, Murray enfatizó que se deben hacer más pruebas diagnósticas.
El testeo en México “es extremadamente bajo según los estándares mundiales”, por lo que es probable que falten “muchos, muchos casos” por registrar, señaló.
En Brasil “no es tan bajo como México pero es bastante bajo”, añadió.
Al revelar sus proyecciones, el IHME dijo que “en ausencia de una acción concertada para aumentar las pruebas, particularmente entre los estados con epidemias más grandes, las trayectorias de COVID-19 podrían empeorar para México”.
Escasez de camas de UCI en Perú
El IHME también proyectó el número de camas en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) requeridas para atender a pacientes de COVID-19.
Según el modelo, la carencia en Perú puede ser de las más agudas: se prevé que durante mayo, junio y julio necesite más camas de UCI de las que cuenta.
“Al 12 de mayo, las estimaciones muestran una escasez de 944 camas de UCI en Perú, con 1.032 necesarias y 88 disponibles”, indicó.
En México también puede haber falta de recursos hospitalarios en muchos estados.
“Desde el 12 de mayo, se espera que Ciudad de México necesite 499 camas de UCI y disponga de 192, mientras que Baja California tiene una necesidad de 271 camas de UCI con solo 32 disponibles”, señaló.
El IHME anticipó también falta de camas de UCI en Brasil, donde la necesidad estimada es de 6.836, pero hay 4.060 disponibles.