“Tenemos que lamentar el primer fallecido en Chile por Covid-19. Mujer de 83 años, postrada, en la que se optó por un manejo compasivo”. Con esas palabras -vía Twitter- reportó el ministro de Salud, Jaime Mañalich, el deceso de Carmen durante la tarde del pasado sábado.
“Sabemos que compartió con aproximadamente 20 personas el día 4 de marzo en un encuentro familiar (en Renca) y tres o cuatro días después un persona joven que había llegado del extranjero presentó síntomas y fue evaluado con coronavirus”, explicó minutos más tarde ante la prensa.
Pero sus cercanos descartaron prácticamente todos los antecedentes que aportó el titular de la cartera. Mediante una carta firmada por la familia y publicada por Jorge Lozano Ibacache, nieto de la fallecida y concejal DC de la comuna de Renca, apuntaron directamente contra Mañalich.
“Nuestra familia no quiere entrar en una discusión política y no queremos que el fallecimiento de nuestra abuela se utilice para eso, pero sólo solicitamos al ministro que rectifique sus dichos: NO hubo una fiesta familiar (sólo un almuerzo). Nuestro familiar NO viajó fuera de Chile. Nuestro familiar se contagió en el Compin (donde hay 10 casos confirmados). Nuestra abuela se realizó el examen en su casa e inmediatamente fue derivada al hospital (no ingresó a ningún centro de salud comunal). La familia no tomó ninguna decisión en cuanto a los cuidados paliativos, estos fueron exclusivamente del personal de salud”, acusaron.
En particular, explicaron que el domingo 8 de marzo se realizó un almuerzo familiar, al cual no asistió toda la familia, sino sólo 7 familiares. “No es cierto que fuesen más de 20 personas”, señala el texto.
“Dentro del grupo familiar se encontraba un primo político (esposo de mi prima), familiar que no vive en Renca. Tampoco viajó fuera de Chile ni nadie de su grupo familiar. Él trabaja en el Compin de Santiago Centro (sucursal Huérfanos)”, aseguraron.
En tanto, para esa fecha en Chile sólo habían 8 casos confirmados, varios fuera de la región Metropolitana y algunos en el sector oriente de Santiago, e incluso aún se realizaban eventos deportivos y con grandes aglomeraciones.
Según detallaron, “la abuela Carmen no estaba postrada. Por su estado de salud y avanzada edad, pasaba mayor tiempo del día en cama, pero ella se trasladaba en sillas de ruedas y asistida por una persona, por lo que diariamente se sentaba en la mesa a almorzar con la familia y salía de casa para visitar a familiares, especialmente los fines de semana”.
Asimismo, recién el lunes 16 de marzo presentó síntomas el primo político que la contagió y le confirmaron el diagnóstico. Al día siguiente la familia se enteró de la situación: la abuela y un nieto registraron síntomas. El 18 de marzo se confirmó la presencia del virus en ambos, cuando la adulta mayor fue trasladada hasta el hospital San Juan de Dios y el joven quedó en cuarentena obligatoria.
Al cierre de la misiva, llamaron a la tranquilidad a los vecinos de Renca y subrayaron que la familia desde el primer minuto se quedó en cuarentena preventiva e incluso avisaron a otros amigos y familiares con los que habían tomado contacto, quienes también habrían tomado precauciones.
No obstante, también cuestionaron la fiscalización de la autoridad sanitaria. “Desde que nuestra familia fue confirmada con Covid-19, Minsal sólo se comunicó con nosotros una sola vez. La cuarentena está siendo realizada responsablemente por la familia y siendo monitoreados por personal médico de la Municipalidad de Renca”, explicaron.