El Instituto de Salud Pública (ISP) realizó un llamado a utilizar en forma prudente los antibióticos, a no automedicarse y la importancia de utilizarlos correctamente para proteger su eficacia y, con ello, la salud de todos.
Lo anterior, tras un estudio que realizó el organismo -junto a los datos de la consultora IQVIA-, que detectó el aumento en el consumo de 5 antibióticos desde octubre de 2014 a septiembre de 2019.
La investigación consideró los volúmenes de venta por caja de las tres grandes cadenas de farmacias y siete distribuidores farmacéuticos nacionales que dan cuenta de la venta indirecta de las farmacias privadas.
El estudio incluye en los datos todas las formas farmacéuticas presentes en el mercado privado farmacéutico, donde queda en evidencia que los principios activos más vendidos en ese periodo fueron Amoxicilina, Ciprofloxacino, Azitromicina, Cefadroxilo y Amoxicilina + ácido Clavulánico.
En la gráfica se puede observar que la Amoxicilina vendió aproximadamente el doble de unidades que el principio activo que le sigue en la lista y que en el último periodo aumentó su venta luego de varios periodos con ventas estables.
En tanto, la Azitromicina ha presentado un continuo aumento en sus ventas desde el primer periodo, al igual que cefadroxilo. Asimismo, la Doxiciclina presentó aumento en sus ventas durante los cuatro primeros años para luego tener una fuerte baja en el último año.
Según precisó el ISP, cada uno de estos principios activos deben cumplir con Bioequivalencia, por lo que son medicamentos que están disponibles en el mercado en sus formas orales sólidas y a un precio más bajo.
El alza en el consumo preocupa a la autoridad por los riesgos de resistencia a los antimicrobianos; es decir, la capacidad que tienen los microorganismos de impedir que los antibióticos actúen contra ellos.
Dicho fenómeno se agudiza más considerando el uso no responsable de los medicamentos, principalmente a raíz de la automedicación, que no ayuda a erradicar de manera exitosa las enfermedades. En consecuencia, algunos tratamientos habituales se vuelven ineficaces, las infecciones persisten y pueden transmitirse a otras personas.
En general los agentes infecciosos más resistentes son aquellos responsables de las infecciones en hospitales y centros asistenciales, produciendo las llamadas infecciones asociadas a la atención en salud.
Entre estos, destacan las bacterias multirresistentes Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa y además varias enterobacterias, como la Klebsiella pneumoniae y la Echerichia coli, las que pueden provocar infecciones graves y a menudo letales, como infecciones del torrente sanguíneo y neumonías.
Reacciones adversas
El ISP subrayó que estos cuadros prolongan la estadía de los pacientes en los centros asistenciales, generando mayores costos en salud. Estas bacterias han adquirido progresivamente resistencia a un elevado número de antibióticos, agotando las alternativas terapéuticas, lo que ha generado un grave problema de salud pública y una alerta mundial.
Según explicaron, las infecciones de carácter comunitario como las de transmisión sexual, las del tracto urinario, tuberculosis y otras infecciones respiratorias, son ejemplos de la importancia del consumo responsable en la comunidad, el uso racional del medicamento donde es fundamental el compromiso del paciente a seguir fielmente las indicaciones del médico en los tratamientos prescritos y evitar la automedicación.
En particular, los reportes de Reacciones Adversas a Medicamentos (RAM), entre 2014 y 2018, recopilados por el Subdepartamento de Farmacovigilancia del ISP, indican que la Amoxicilina presentó 273 notificaciones, el Ciprofloxacino 224, Azitromicina 68, Cefadroxilo 51 y 150 la Amoxicilina + ácido Clavulánico.
Por ello, el ISP y el Ministerio de Salud trabajan para fortalecer las políticas de los Programas de Optimización de Antimicrobianos y Estrategias de Control de Infecciones, bajo el enfoque multisectorial “Una Salud”, que reúne las áreas de inocuidad de los alimentos, el control de zoonosis (enfermedades que se transmiten de animal a humano) y el Plan Nacional Contra la Resistencia a los Antimicrobianos de la misma cartera.