El ministro de relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, expuso este martes ante el Consejo Permanente de la OEA sobre la crisis que vive nuestro país. El secretario general del organismo, Luis Almagro, entregó su respaldo al canciller chileno.
El ministro Ribera visitó la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, a 40 días de iniciado el estallido social, sin que las protestas amainen y con una crisis que suma 23 muertos y más de 1.000 heridos, entre ellos más de 200 con lesiones oculares por perdigones lanzados por Carabineros.
“Muchos de ustedes se preguntarán cómo es posible, que por qué ocurren estas cosas en Chile, cuando el país goza de una democracia estable, de un estado de derecho y de un crecimiento fuerte”, indicó el jefe de la diplomacia chilena.
En ese sentido, advirtió que “los hechos que ocurren en Chile no están confinados a nuestras fronteras. A nivel global vivimos tiempos exigentes, enfrentamos diversas urgencias sociales a nivel de demandas insatisfechas que los diversos Estados no siempre hemos identificado oportunamente y reitero el crecimiento económico y el desarrollo no son garantías absolutas de paz social”.
“Lo ocurrido en Chile es de una u otra manera una advertencia para todos. Dada la estabilidad política y económica Chile ha logrado progresos importantes en las últimas décadas. El estallido social constata, sin embargo, que el crecimiento económico y el crecimiento social no garantizan por sí solo, la paz social”, sentenció.
En esa línea, aseguró que “se detonó una situación de violencia inusitada en que ha surgido una minoría conformada por grupos antisistémicos que, junto con delincuentes, y valiéndose de esta situación, buscan la destrucción de la sociedad actual y el sistema democrático representativo, sus estructuras, símbolos religiosos y civiles”.
Por lo mismo, afirmó que “el Presidente de la República se vio en la necesidad de decretar el estado de excepción constitucional de emergencia”, el cual se extendió por nueve días.
No obstante, el ministro destacó además que durante este período de manifestaciones también surgieron “expresiones pacíficas, masivas del descontento civil, que tuvieron como punto cúlmine el encuentro ciudadano de más de un millón de personas, convocado a través de las redes sociales, sin liderazgos aglutinadores, pero a partir de un mínimo común denominador que podría resumirse en el concepto de búsqueda de mayor dignidad y justicia para las personas”.
El secretario de Estado sostuvo que Chile está consciente que el restablecimiento del orden público debe realizarse con pleno respeto a los derechos humanos.
Por eso, dijo que “el Gobierno desea reiterar nacional e internacionalmente su total compromiso con los derechos humanos de todos; de quienes se manifiestan pacíficamente en pos de cambios sociales; de los policías que arriesgan su vida para restablecer el orden público; y por cierto también de quienes mediante la violencia atentan contra el orden público y los derechos de sus conciudadanos, los que serán detenidos, investigados y juzgados también con respeto a sus derechos, pero con todo el rigor de la ley”.
Tras la sesión, Rivera conversó con los periodistas, en donde fue consultado sobre si el Gobierno tiene pruebas de una supuesta injerencia extranjera en las protestas, ante lo cual Ribera afirmó que lo están investigando.
Mientras, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, respaldó al canciller chileno tras su alocución.
“La OEA lo acompaña. Estamos junto al pueblo y gobierno de Chile ahora y siempre. En este tiempo ustedes han demostrado una fuerza muy especial, una responsabilidad muy especial y las instituciones han venido respondiendo de la manera en que deberían responder”, dijo el uruguayo.