Luego de que el Gobierno anunciara un proyecto de ley para que integrantes de las Fuerzas Armadas puedan colaborar en la protección de infraestructura crítica sin la necesidad de decretar previamente Estado de Excepción, surgieron las dudas en torno a qué tipo de recintos estarán facultados para cuidar los militares de ser convocados para ello.
Desde el Ejecutivo han dado algunos lineamientos generales, adelantando que los detalles respecto de qué entienden por “infraestructura crítica” estarán expuestos en el proyecto mismo, que será presentado a más tardar este martes.
El ministro de Defensa, Alberto Espina, fue el primero en acotar que el concepto aplica a hospitales y aeropuertos, instalaciones que permiten el suministro de gas, electricidad, agua potable, telecomunicaciones, pudiendo también considerar comisarías de Carabineros.
Por su parte, el presidente Sebastián Piñera señaló que aquella infraestructura “esencial para el buen funcionamiento de nuestro país, de nuestra sociedad, para proteger la vida, la seguridad de todos nuestros compatriotas”.
El objetivo sería “asegurar aprovisionamiento de electricidad, agua potable, telecomunicaciones, hospitales”, indicó.
Sin embargo, más allá de los recintos que sean incluidos en el proyecto de ley que el Gobierno enviará al Congreso, deberá pasar por sus respectivos trámites legislativos, pudiendo extenderse a otros recintos, o al contrario, descartarse alguno.
Para la socióloga y académica de la Usach experta en Seguridad Pública, Lucía Dammert, resulta esencial que el Ejecutivo defina con claridad qué entienden por infraestructura crítica, además de cómo actuarán los militares en distintos escenarios.
La especialista indicó en diálogo con BioBioChile que “la infraestructura crítica está definida de forma internacional como aquellas infraestructuras o aquellos espacios que si no funcionan, podrían dañar el desarrollo natural del país”.
En ese sentido, coincidió con algunos de los lugares anunciados por La Moneda, asegurando que aeropuertos y hospitales sí son puntos claves para el funcionamiento del país. “Es muy importante, dado que es un concepto abierto, que el Gobierno en su propuesta de ley defina exactamente lo que quiere decir por infraestructura crítica”, apuntó Dammert.
Al mismo tiempo, añadió que resulta fundamental que se defina, por ejemplo, qué tipo de armamento utilizarían eventualmente las FFAA en las afueras de hospitales, lugar donde acude gran cantidad de civiles o qué tipo de atribuciones tendrán para realizar detenciones o controles de identidad.
“Mandar militares a la infraestructura crítica requiere un montón de otros cambios, por ejemplo, qué tipo de mecanismo de uso de la fuerza van a usar los militares… bajo qué régimen disciplinario van a estar o quien define qué tipo de estrategia se va utilizar, si las policías o los militares”, manifestó la profesional.
Mientras, en opinión del exoficial de Carabineros y experto en Seguridad Pública, Sydney Houston, la propuesta del Gobierno tiene un propósito positivo siempre y cuando se establezcan los límites con claridad.
Asimismo, argumentó que debería existir un tipo de policía nacional que permita apoyar la labor de Carabineros en situaciones específicas, incluyendo los desastres naturales.
“Estamos solamente actuando pensando en el control del orden público (…) el Gobierno de turno no debiera estar pensando en ‘sacar los militares a la calle’ a ver el tema de la infraestructura crítica, sino que crear en las unidades militares, navales y aéreas a guardias nacionales… un sistema como el que tiene Estados Unidos que sale en protección de la comunidad ante hechos lamentables de la naturaleza, pero también para ayudar o co-ayudar al control del orden público”, expresó.
Consultado por BioBioChile sobre si las comisarías de Carabineros debieran estar custodiadas por militares, tal como deslizó el titular de Defensa, el especialista se mostró en contra de aquella posibilidad.
En tanto, mencionó como infraestructura crítica también los sistemas informáticos y centros de distribución de datos, sumando a eso las instalaciones del Banco Central y el transporte de valores.
Un patrón cada vez más común
Según detalla La Tercera, son varios los países de Latinoamérica y de Europa que han tomado medidas en esta dirección, protegiendo principalmente servicios de suministro de agua, electricidad, gas, y aeropuertos.
En las Américas, son Estados Unidos, Colombia, México, Brasil, Nicaragua, Ecuador, algunos de los países que dan este tipo de atribuciones a las Fuerzas Armadas, mientras que en Europa son Alemania, Austria, Italia, Bélgica, España, Gran Bretaña, Canadá, Finlandia, Francia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Dinamarca y Suecia algunos de los países que toman estas medidas para eventos de gran notoriedad o para el cuidado permanente de instalaciones públicas.
Uno de los factores que ha incidido en la toma de estas decisiones en los países europeos es el temor a las amenazas terroristas, un factor que aún no está presente en la realidad nacional.
Estas medidas se han vuelto cada vez más habituales en dichas regiones “en la medida que han evolucionado las amenazas a la infraestructura crítica, desde los atentados terroristas hasta los ciberataques”, explica al medio el director ejecutivo del centro de estudios AthenaLab, Juan Pablo Toro. Todo esto, conforme evolucionan a través del tiempo tanto las ciudades como las Fuerzas Armadas.
“En los últimos años hemos visto militares combatiendo el Zika en Brasil y protegiendo los Juegos Olímpicos de Londres. Más encima, si se está ante una crisis inédita, como en Chile, se requerirán soluciones igual de inéditas. Los costos de no proteger la infraestructura crítica, una vez identificada, los pagan todos. El Estado debe ocupar sus instrumentos para garantizar la seguridad, el desarrollo y bienestar de la población”, detalló el especialista.
Por su parte, el académico de la Facultad de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Felipe Agüero, explica que en Latinoamérica algunos países contemplan “amplias facultades para que el Presidente pueda disponer de las Fuerzas Armadas en situaciones parecidas a la chilena”, habiendo en los países más desarrollados “disposiciones más claras y constitucionales para el uso de las FFAA, siempre privilegiando el rol de las policías en estos casos”.
“En ningún país es una vigilancia permanente”, aseguró.
Un Chile post-dictadura
Sin embargo, según indica La Segunda, hay algunos países en los que sí es habitual encontrarse con militares resguardando. Por ejemplo, por las calles del casco histórico de Roma, en Italia, junto a monumentos, iglesias y esculturas.
En los países europeos, sin embargo, la iniciativa ha funcionado bien y no han suscitado reacciones tan divididas como sí pasó en Chile, lo que el exsubsecretario de Prevención del Delito de Bachelet, Antonio Frey, atribuye a la historia reciente nacional aún con la sombra de la Dictadura.
Por su parte, Juan Ignacio Brito, experto de la Universidad de los Andes y especialista del contexto internacional, lo atribuye a que en el “viejo mundo” enfrentan amenazas externas, sugiriendo considerar que localmente se está en un contexto de crisis social interna y un bajo respaldo popular a las Fuerzas Armadas, comparado con lo que se evidencia en Europa.
Con todo, sólo una vez se conozca el detalle del texto legal propuesto por el Ejecutivo se podrá tener certeza de qué lugares saldrían a resguardar las FFAA tras sortear el -seguro- intenso debate que tendrá lugar en el Congreso.