Como “sumamente grave”, calificó la presidenta de la Asociación de Funcionarios del Injuv, Melva Castro, la estrategia desarrollada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia para “cerrar y transformar” el organismo, lo que implicaría desvincular a más de 200 persona.
Esto, luego que la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío diera a conocer la medida que apuntaría a redirigir recursos para la agenda presentada por la Moneda en el contexto de las protestas sociales, pero por sobre todo al considerar -en un análisis interno- que el Injuv es mediocre, intrascendente y cuyos funcionarios son altamente politizados.
Ante eso, Castro aseguró que “nosotros, como asociación, junto con todos los funcionarios hemos venido hace bastantes años generando diagnósticos respecto de la precariedad del servicio, de no contar con el presupuesto suficiente para poder desarrollar y ejecutar políticas públicas que aborden temáticas juveniles, sobre todo pensando que nosotros tenemos que abordar jóvenes de 15-29 años, de los sectores más vulnerables, con mayor preponderancia, pero finalmente nos vemos limitados porque contamos con un presupuesto del 1,3% en comparación al resto de los presupuestos del Ministerio de Desarrollo Social”.
Esa falta de fondos les impediría cubrir a los 4 millones de jóvenes del país. Situación que no ha sido subsanada por los distintos directores que han asumido el instituto en los 28 años desde su creación.
“Esta es la primera vez que tenemos un director de Alta Dirección Pública y donde no hemos visto voluntad para poder fortalecer un servicio que aborde políticas públicas juveniles (…) Es sumamente grave que el ministro Sichel haga la bajada del cierre de una institución donde efectivamente compartimos este diagnóstico de precarización, pero finalmente donde castiga al servicio, o en el fondo castiga a los jóvenes con el cierre de este servicio, en vez de apostar a un fortalecimiento de este”.
Una subsecretaría de la Juventud
La presidenta de la Asociación de Funcionarios, indicó que han planteado propuestas concretas, como que debiese depender de una subsecretaría de la Juventud, pero no la eliminación del Injuv. Es más, a su juicio, “lo que está haciendo el ministro Sichel en este momento es tercerizar el servicio, pero además eliminarlo en el sentido en que ya no vamos a poder abordar ninguna política pública juvenil. Eso es lo grave de este documento”.
Otro punto que lamentó es que no se considere la voz de los trabajadores, ni de los jóvenes. “La política de este Gobierno, que es reducir el Estado, es reducir los derechos y, por lo tanto, la eliminación de este instituto”, agregó.
Por su parte, la diputada Karol Cariola afirmó que le llama la atención que desde el propio Injuv, desde su director nacional, hoy día se esté articulando un plan para cerrar el organismo, sobre todo teniendo en cuenta que es uno de los pocos espacios que cuentan este rango etario para desarrollarse.
“Quiero preguntarle al Gobierno si efectivamente este plan es una represalia a el rol que ha tenido la juventud en el proceso de movilización que se ha llevado adelante en este último mes, porque la verdad de las cosas es que viendo incluso el plan macabro que hay desde el punto de vista comunicacional para evaluar el como desvincular a los trabajadores y trabajadoras para poder cerrar el instituto nacional de la juventud”.
Al igual que el diagnóstico de la dirigenta, la parlamentaria estimó que el Injuv debería transformarse en una Subsecretaría de la Juventud o incluso en un Ministerio de la Juventud.
Lo anterior, para “fortalecer una institucionalidad que represente, que aglutine, que entregue oportunidades, que represente las necesidades de la juventud en Chile, y no que la disminuya, que la opaque, o que la invisibilice”.
De igual forma lamentó que dicho documento no sólo deja a personas sin empleo sino que a los jóvenes sin un espacio institucional donde poder “desarrollar voluntariados, en actividades extraprogramáticas, en espacios guías para el desempeño, el desarrollo y la guía por ejemplo de elementos como el desarrollo sexual y reproductivo que son algunos de los elementos que hasta ahora venía desarrollando el Injuv.
Respecto al rol del ministro Sichel, aseguró que “sin lugar a dudas debe ser el principal responsable de esta solicitud, o sea si bien el plan está siendo preparado y elaborado por parte del director nacional, quien está a cargo políticamente de la cartera, o sea, de esta dirección, es el ministro de Desarrollo Social, y me parece muy lamentable además que el ministro sabiendo cuales son las necesidades que tiene la infancia en nuestro país esté intentando llevar de forma residual lo poco de institucionalidad”.
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