Tras casi un mes de movilizaciones, la clase política chilena llegó a un acuerdo la madrugada de este viernes y pactó iniciar el camino hacia la posible redacción de una nueva Constitución, diálogo del cual participaron todas las colectividades con representación política en el Congreso, excepto el Partido Comunista y la Federación Regionalista Verde Social, que se excluyeron.
Habrá plebiscito en abril de 2020
De manera histórica, oposición y oficialismo acordaron realizar un plebiscito en abril de 2020, consulta que tendrá dos preguntas: la primera será “¿quiere usted una nueva Constitución? Apruebo o rechazo serán las opciones.
Zanjada la postura de la ciudadanía, si se inclinan por un nuevo texto, la segunda pregunta buscará dilucidar qué instancia debe escribir la próxima carta magna: una Convención Constitucional (símil de una Asamblea Constituyente) o una Convención Mixta Constitucional.
– Convención Constitucional: 100% ciudadanos
– Convención Mixta Constitucional: 50% ciudadanos, 50% parlamentarios
La diferencia entre una y otra es que la última estará conformada por un 50% de congresistas y el resto serán ciudadanos votados por los electores para tales efectos. La primera instancia no incluirá figuras parlamentarias y será establecida por un 100% de otros actores.
Los miembros de cualquiera sea la alternativa que gane se realizará por medio de otra votación popular, que se sumará a los comicios municipales y regionales de octubre de 2020.
Tras conocerse los integrantes del órgano constituyente, quienes serán electos “íntegramente para ese efecto”, este deberá comenzar a funcionar con el solo objetivo de escribir el documento en cuestión.
Quórum de dos tercios
Este mismo deberá aprobar las nuevas normas con un quórum de dos tercios, disposición que sacó chispas entre miembros de la oposición y redes sociales.
No obstante lo anterior, hay que recordar que, independiente la fórmula, será la ciudadanía la que elegirá a personas para que escriban el texto, sus capítulos y artículos.
Texto final se ratifica en nueva votación ciudadana, obligatoria
Incluso, también debe quedar claro que el resultado del trabajo de la convención será sometido a una ratificación ciudadana con voto obligatorio a través de otro plebiscito.
De ser aprobada por los chilenos, “la nueva Constitución regirá en el momento de su promulgación y publicación, derogándose orgánicamente la Constitución actual”, estableció el Congreso. Es decir, supone el fin de la carta magna vigente hoy.
Miembros deben renunciar para sumarse
Los partidos también llegaron a la determinación que cualquier persona que ocupe un cargo público o de elección popular y que quiera postularse para confeccionar el nuevo texto fundamental cesará en sus funciones “por el solo ministerio de la Ley al momento de ser aceptada su candidatura por el Servicio Electoral”.
Ya sean solo ciudadanos o bajo el mecanismo que incluye a políticos, todos estarán inhabilitados para ser candidatos a un cargo de elección popular hasta un año después de terminar su trabajo constituyente.
Plazo de 9 a 12 meses de trabajo
Con todo, el órgano tendrá una duración de nueve meses aunque, de ser necesario, sus funciones se podrán extender solo una vez y por otros tres meses.
El referendo para que todos los chilenos sin excepción (voto obligatorio, recuerden) ratifiquen la propuesta de la instancia quedó programado para 60 días después que el órgano constituyente entregue el nuevo documento.
El Congreso también tomará parte en ese acápite del proceso, aunque ya comprometieron su apoyo total.
“El o los proyectos de reforma constitucional y o legal que emanan de este acuerdo serán sometidos a la aprobación del Congreso Nacional como un todo. Para dicha votación, los partidos firmantes comprometen su aprobación”, indicaron los timoneles de 10 partidos más Gabriel Boric, quien lo hizo de forma personal.