Chile canceló ayer miércoles la organización del encuentro de líderes del Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC) y la cumbre mundial del clima de la ONU COP25, que iban a celebrarse en Santiago en pocas semanas, ante el estallido social que sacude al país, para muchos considerado como el más estable de América Latina.
El presidente Sebastián Piñera anunció la cancelación de la realización de los dos eventos, que llevaban meses de organización y tendrían en la vitrina a Chile, para abocarse de lleno a la restitución del orden público tras 12 días de protestas.
“Nuestro Gobierno, con profundo dolor, porque éste es un dolor para Chile, ha resuelto no realizar la cumbre de APEC (…) y tampoco la cumbre de la COP 25”, dijo el Mandatario.
Sin embargo, la ministra de Deportes, Cecilia Pérez, ratificó a Santiago como sede de la final única de Copa Libertadores-2019, el 23 de noviembre entre el River Plate argentino y Flamengo de Brasil.
El anuncio de la cancelación llegó como un mazazo a la industria turística, hotelera y gastronómica de la ciudad, mientras que la bolsa de Santiago cayó 2,80 puntos y el dólar alcanzó su nivel más alto desde 2003 en 739,5 pesos (1,54%).
Piñera explicó que priorizará una agenda social que recoja las demandas ciudadanas de una mejor distribución de la riqueza en un país que exhibe un modelo económico de amplia apertura a los mercados.
“Hemos basado nuestra decisión en un sabio principio de sentido común: cuando un padre tiene problemas, siempre tiene que privilegiar a su familia con respecto a otras opciones”, dijo Piñera.
Más tarde, tras visitar a policías heridos en las manifestaciones, afirmó que estaba abierto “a analizar las reformas estructurales después de escuchar a los chilenos”.
“No descarto ninguna reforma estructural. Este es el tiempo de escuchar a la gente”, agregó Piñera.
Este miércoles, además, el Gobierno recibió a delegados de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, que verificarán denuncias sobre abusos a los derechos humanos.
La Fiscalía informó que investiga la muerte de 23 personas, cinco de ellas “por acción de agentes del Estado” y dos “bajo custodia del Estado”. Hasta la fecha la cifra oficial de muertos era de 20 personas y más de un millar de heridos.
“Ha sido un primer encuentro, una reunión protocolar. Recibimos a tres de los cuatro integrantes de la delegación de la Alta Comisionada de Naciones Unidas que comienzan hoy día su visita oficial”, dijo a la prensa Lorena Recabarren, subsecretaria de Derechos Humanos.
En tanto, el representante de la oficina de la ONU para América Latina, Xavier Mena, señaló que la misión se concentrará en identificar “el acceso que deben tener las víctimas a la justicia, la claridad en cuanto a la rendición de cuentas de las instituciones del Estado y también a la afectación que puedan haber sufrido grupos vulnerables”.
Oportunidad histórica perdida
La APEC, que iba a realizarse el 16 y 17 de noviembre en Santiago, se anticipaba como el escenario en que China y Estados Unidos podían firmar un acuerdo que finalizaría su guerra arancelaria. A la cita ya habían confirmado su presencia el mandatario estadounidense Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping. Vladimir Putin canceló su participación el martes.
La directora ejecutiva de la APEC, Rebecca Santa María, dio su apoyo a la decisión de Chile y le agradeció “por abogar incansablemente por un crecimiento más inclusivo a lo largo de este año en que fue país anfitrión” de este foro que reúne a 21 economías del Asia Pacífico.
Para la COP25, prevista entre el 2 y el 13 de diciembre, se esperaba la presencia en Santiago de unos 25.000 delegados, y la activista sueca Greta Thunberg, para presionar por medidas más ambiciosas que permitan bajar las emisiones de carbono que provocan el calentamiento global.
“Hemos perdido una oportunidad histórica (…). Se trataba del evento que asumiría los compromisos y desafíos de la emergencia climática que enfrenta el mundo”, agregó Matías Asun, director nacional de Greenpeace.
La COP 25 estaba inicialmente prevista realizarse en Brasil, pero el presidente de derecha Jair Bolsonaro se negó a organizarla y Piñera asumió el reto en un claro intento por erigirse en un líder en temas medioambientales.
Señal de debilitamiento
Mientras el país digería la magnitud de los anuncios, miles de personas se congregaron en las afueras del palacio presidencial de La Moneda.
Las protestas no ceden en Santiago ni en las principales ciudades de Chile y varios gremios volvieron a manifestar.
La cancelación de las dos reuniones representa “una señal de debilitamiento y de agudización del conflicto”, dijo Octavio Avendaño, analista de la Universidad de Chile.