Pasado el mediodía de este jueves, a nombre del Gobierno, el canciller Teodoro Ribera invitó a la alta comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, a que envíe personal a su cargo para “informarse en terreno” acerca de la situación que se vive en Chile.
Lo anterior, debido a los decretos de Estados de Excepción Constitucional de Emergencia que firmó el presidente Sebastián Piñera tras el estallido social que comenzó el viernes, y que derivaron en toques de queda, militares en las calles y acusaciones de violaciones a garantías básicas.
“El presidente ha ratificado su interés que se brinden las mayores facilidades de acceso a estas personas”, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores desde el Palacio de La Moneda.
“Igualmente, el Presidente va a llamar a la alta comisionada personalmente para ratificarle sus disposición de facilitar la presencia de estas personas en Chile”, señaló.
De acuerdo a fuentes de Radio Bío Bío, el jefe de Estado concretó aquel contacto vía llamada telefónica pasadas las 12:30 horas de esta jornada.
Sumado a lo anterior, el canciller confirmó que La Moneda decidió invitar para que se sume a esta visita al director de la división América de Human Rights Watch, el abogado chileno José Miguel Vivanco.
“Nos interesa la máxima transparencia y que se tomen los resguardos necesarios, materia que el Presidente tomó de los primeros días”, señaló el jefe de la diplomacia nacional.
Ribera sostuvo que tras los decretos de Piñera, el Mandatario ordenó a que el ministro de Justicia, Hernán Larraín, se contactara con entidades públicas, como la Defensoría, “para colaborar con las personas que sean detenidas”.
“También se le avisó a los fiscales y jueces de Garantía para tomar mayores resguardos en el respeto de los Derechos Humanos”, aseveró.
Junto con ello, el secretario de Estado también indicó que se revisó un protocolo del uso de la fuerza y que Piñera solicitó que esta fuera ejercida dentro de lo “estrictamente necesario”.
Consultado por la prensa, Ribera admitió que le preocupan las “noticias” sin fundamento, motivo por el cual destacó como algo positivo la invitación de Chile a la oficina que lidera Bachelet en el ente mundial.
Acerca de declaraciones de líderes extranjeros, Ribera descartó hacer comentarios al respecto, ya que como administración buscan precisar las informaciones.
En esa línea, afirmó que la reacción del Gobierno en materia del respeto de Derechos Humanos ha contado con “mucha proactividad”.
APEC
Ante las preguntas de la prensa sobre la realización del Foro de la APEC, agendado para los días 16 y 17 de noviembre en Santiago, Ribera reiteró que continúan con la planificación tanto de esa cumbre como de la COP25, evento pactado para la primera quincena de diciembre.
Pese a ello, explicó que la planificación sigue, pero adecuándola “a las circunstancias”, aunque -a su juicio- no hay ningún elemento que justifique no ser sede de la APEC, que “le da trabajo directo e indirecto a 7 millones de personas”.
“Si nosotros queremos tener un país más inclusivo, más socialmente desarrollado, no podemos sino que vincularnos con las economías a las que les vendemos”, dijo.
“En definitiva, APEC es parte de la solución y no del problema”, concluyó.