Iris Salaberry se defendió de las acusaciones y acusó montaje en el caso que terminó con la salida de su hermano de la Subsecretaría de Desarrollo Regional.
La exfuncionaria de la Municipalidad de Ñuñoa fue acusada de intentar evitar que el extitular de la Subdere no fuera infraccionado luego de pasarse tres luces rojas, insultar al fiscalizador municipal y huir.
Además, una investigación de Radio Bío Bío reveló que la mujer fue denunciada por dos emprendedoras a fines de 2016, cuando fungía como Jefa de Fomento de la Municipalidad de Ñuñoa.
En conversación con el matinal Bienvenidos de Canal 13, Salaberry negó que su hermano haya cometido la falta de tránsito y aseguró que se trata de un montaje, que responde a un conflicto con su exesposo.
“No hubo altercado, mi hermano me llama para decirme que va a camino a la casa y que le parecía extraño que un auto lo iba hostigando, no existe (el insulto), no existió ningún acontecimiento”, indicó.
Para ella, esta situación ocasionó un daño enorme a su familia, sus hijos y los hijos de su hermano: “Somos gente decente (…) esto pasa por actuar bien”.
En relación a quien estaba a bordo del vehículo al momento de los hechos, la mujer aseguró que iban cinco personas: ella, su hijo, su madre de 82 años, Felipe y un hijo de él.
Por otra parte, Salaberry aseguró que sufrió hostigamientos de parte de Seguridad Pública luego de la separación con su exmarido que trabajaba en ese departamento.
“Mantengo cierto resquemor con Seguridad Pública. Es un pequeño grupo. Ese día yo me siento invadida, si yo tengo un problema en mi casa no voy a llamar a Seguridad Pública”, indicó.
Por último, la mujer dijo que el alcalde de Ñuñoa, Andrés Zarhi, mintió en las declaraciones entregadas respecto a su caso: “Jamás hubo tráfico de influencias”.