De acuerdo a los resultados de la encuesta El Chile que Viene Salud 2019, siete de cada diez chilenos declara tener y haber sufrido problemas o enfermedades de salud mental, en una medición realizada a personas sobre los 13 años y pertenecientes a cuatro generaciones: los Z (entre 13 y 21 años), millennials (entre 22 y 35), X (entre 36 y 51) y baby boomers (entre 52 y 71).
El estudio fue llevado a cabo por Cadem y arrojó que un 64% los Z ha sentido estrés académico, seguido de un 55% en los millennials, un 14% en los X y un 7% en los baby boomers.
En segundo lugar quedaron las problemáticas asociadas al padecer sobrepeso, que afectaron a un 63% de los X, un 62% de los millennials, un 56% de los más mayores y a un 43% de los más jóvenes.
Luego quedó la angustia, que aproblemó a un 57% de los millennials, a un 53% de los X, 52% de los Z y al 40% del grupo de mayor edad.
Cuarto quedó el trastorno del sueño, que afectó en su mayoría a los X (54%), en un 48% a los millennials, un 46% a los Z y un 44% a los boomers.
Por su parte, el estrés laboral se hizo sentir con más fuerza entre aquellos encuestados de entre entre 36 y 51 años (52%), seguidos de los millennials (47%). Más atrás quedó el grupo de más edad (35%) y su contraparte con un 23%.
La depresión quedó en sexto lugar y un 40% de los encuestados entre 36 y 51 años admitió haberla sufrido. Un 38% de los millennials afirmó haberla padecido, cifras que superaron a los otros dos grupos, ambos con 30%.
Un 33% de los encuestados millennials dijo haber tenido trastorno de pánico, lo que bajó a un 29% entre los X, a 22% entre los Z y a 21% entre boomers.
Finalmente, el estrés postraumático quedó último en la lista de problemas relacionados con la salud mental: un 12% de los millennials y X afirmaron tenerlo o haberlo sufrido, lo que bajó a 7% tanto entre los Z y los boomers.
Estrés, angustia o depresión
Ante la consulta ¿qué situaciones te han gatillado estrés, angustia o depresión? Un 46% dijo no saber cuál es el motivo principal, un 35.4% lo aludió a problemas con su pareja y 35.1% a problemas en el trabajo.
La opción muerte de algún amigo o familiar acumuló 34.9% de las respuestas, a lo que le siguió el 26.6% que lo relacionó a su apariencia física, otro 26% al estrés académico, un 24.2% a problemas con los padres y un 21.7% a problemas financieros.
Finalmente, un 19.5% relacionó tales situaciones a problemas con sus hijos, un 7.9% a la sobrecarga laboral y un 6.9% a bullying.
En esta pasada, estrés académico obtuvo el mayor porcentaje entre los más jóvenes (64.4%). En tanto, los millennials fueron el mayor grupo que no supo endosar una causa a sus problemas (51.1%).
Problemas con los padres fue el principal gatillante de estrés, angustia o depresión en el grupo de menos edad (50.4%) quienes, en un 44%, señalaron que dudas acerca de su apariencia física les produjo estrés, angustia o depresión.
En este ítem, los X demostraron ser los más propensos a sufrir estas enfermedades debido a problemas en el trabajo (43.2%) y por dilemas con la pareja (41.8%).
La muerte de un amigo o familiar fue lo más preponderante para este apartado entre los entrevistados entre 52 y 71 años.
“Lo más llamativo de los resultados es que siete de cada diez chilenos está teniendo o ha tenido algún tipo de enfermedad o problema psicológico como angustia, depresión, trastorno de sueño, estrés laboral o académico, crisis de angustia, trastorno alimentario o estrés postraumático. En un país en que tratar la salud mental es además caro, este es un dato que tiene que preocuparnos”, dijo respecto de los resultados la gerenta general de Cadem, Karen Thal.
“Si bien es potente que el sobrepeso sea la enfermedad, condición o problema más declarado por los chilenos, con un 57%, resulta preocupante que le siga la ansiedad y angustia con un 50%. Más aún si miramos el detalle por generación (…) vemos que en las generaciones que están insertas en las exigencias del mundo del trabajo o están estudiando para entrar al mundo laboral, más de la mitad de la gente se ha sentido angustiada. Creo este es un síntoma de la sociedad moderna que se ve con claridad en este estudio”, añadió la ejecutiva.
Actividades
En base a lo anterior, Cadem consultó por las actividades que los encuestados realizaron a la hora de sentirse estresados o angustiados.
Como resultado, escuchar música asomó como la primera medida, con un 55.4%, seguida de dormir (48%), ver películas o series (40.9), comer “cosas ricas” (29%), conversar al respecto con amigos o familiares (27.6%), hacer deporte (25.3%), salir con amigos (19.5%), fumar cigarrillos (14.3), comprar (11.9%), tomar medicamentos naturales (9.3), salir a “carretear” o bailar (9.2%) y tomar medicamentos recetados por un psiquiatra (7.4%).
Al fondo de la lista quedó tomar medicamentos recetados por un médico general u otra especialidad (6.9%), ir a terapia con psicólogo (5.1%), ir a terapia alternativa (2.9%) o tomar medicamentos aconsejados por un cercano (2.5%).
“Me parece interesante que escuchar música, dormir y ver películas y series son las formas de enfrentar la angustia y muy marcadamente en las generaciones más jóvenes”, comentó Thal.
“De alguna manera, Spotify y Netflix parecen no solo ser las nuevas formas de entretención, como ya sabemos, sino que también parecen estar representando una respuesta al estrés y angustia ante las exigencias del mundo moderno. Tal vez eso eso es una parte de la explicación de su éxito que no estamos viendo”, agregó.
Medicamentos y ayuda profesional
Ante la pregunta de Cadem ¿has tomado alguna vez medicamentos para el estrés o angustia? Un 64% del total de la muestra aseguró que no y el 36% restante respondió afirmativamente.
Entre los X, el porcentaje alcanzó un 48.6%. El más bajo se registró entre los Z, un 15.2%.
Los fármacos más consumidos resultaron ser los antidepresivos (67.3%). Muy por detrás quedaron la medicina natural (6.2%), los relajantes musculares (3.7), los antiinflamatorios (2.9%), antigripales/virales (2.1) y benzodiazepinas (2.1).
Un 11.3% indicó no recordar el nombre del medicamento o fármaco que consume para tales efectos.
En cuanto a los chilenos que buscan ayuda profesional, un 59.1% dijo haber ido al menos alguna vez en su vida a un psicólogo o psiquiatra.
De tal cifra, un 56.9% afirmó haber terminado la terapia, lo que no ocurrió en el 43.1% restante.