Radio Bío Bío obtuvo el documento de 250 páginas, donde la jueza detalla las maniobras de los militares para hacer uso de los gastos reservados del Ejército.
Cerca de la media noche del sábado, el ex comandante en jefe del Ejército, el general retirado Humberto Oviedo, regresó al regimiento de policía militar de Peñalolén en calidad de detenido, y con un documento de 250 páginas bajo su brazo.
En las oficinas de la ministra Romy Rutherford había sido notificado de los cargos que lo sindican como presunto autor de malversación de caudales públicos por 4.596 millones de pesos por el uso de los gastos reservados de la institución durante su mando (2014-2018).
En el procesamiento es clave la declaración del ex jefe de finanzas de la Comandancia en Jefe del Ejército, el coronel Sergio Vásquez Undurraga, quien confesó a la jueza que el general Oviedo, cuando recién asumió el mando, sostuvo una reunión con el coronel Jorge Cortés, quien le hizo una exposición donde le explica que los comandantes en jefe tenían ingresos extraordinarios por ocho millones de pesos mensuales y un millón 300 mil dólares disponibles anualmente.
Vásquez sostuvo en su declaración que el nuevo jefe castrense aceptó la entrega de estos dineros de “libre disposición”. Precisó que no se llevaba ningún registro del uso de estos fondos y que el mismo Oviedo ordenaba “triturar” cualquier rendición.
La jueza tuvo acceso a la cuenta bancaria del BCI del ex comandante en jefe donde se detallan 34 depósitos en efectivo por 155 millones 559 mil pesos entre marzo de 2014 y febrero de 2018; ocho depósitos a una cuenta de ahorro del Banco Estado por 19 millones 394 mil pesos entre el 2015 y 2017; y 25 millones de pesos a la cuenta corriente de este mismo banco en diciembre de 2017, depósitos en total suman $199.954.332, los que según Rutherford “provendrían de gastos reservados”.
Algunos de los gastos que aparecen en el procesamiento de la ministra en visita son por el mantenimiento anual de la casa del Comandante en Jefe, que llegan a los 126 millones, y 76 millones de pesos por regalos por distintas celebraciones entre la oficialidad.
Para los viajes al extranjero, durante el mando de Oviedo, se entregó un viático adicional denominado “Perdiem Generales”, con una escala de mil dólares para un general de brigada; US 1.500 al general de división; US 3.000 al jefe del Estado Mayor; y tres mil a cinco mil dólares cuando se trataba del comandante en jefe.
Tal como se registró en el procesamiento del otro comandante en jefe inculpado por malversación de caudales públicos, el general retirado Juan Miguel Fuente-Alba, se confirma la “mesada” para seguridad de 800 mil pesos a los ex jefes castrenses, Juan Emilio Cheyre, Oscar Izurieta y el propio Fuente-Alba, que tenía un ingreso adicional de 38 millones 400 mil pesos al año que eran depositados en su tarjeta de crédito.
En su declaración el coronel Vásquez confirmó que este sistema de gastos de libre disponibilidad por 750 millones de pesos al año, comenzaron con los mandos de Fuente-Alba e Izurieta Ferrer.
En el procesamiento se dejó constancia que el general Oviedo se negó a contestar las preguntas de la ministra Rutherford, el martes de la semana pasada, cuando llegó a su domicilio en Vitacura.