En conversación con Radio Bío Bío, el vocero de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, reconoció que el Poder Judicial puede quedar “mal parado” si la Fiscalía identifica nuevas responsabilidades en el caso de corrupción que afecta a la Corte de Apelaciones de Rancagua.
El alto magistrado se refirió a los interrogatorios que está desarrollando la Fiscalía Metropolitana Sur a funcionarios del Tribunal de Alzada de la región de O´Higgins.
La investigación administrativa que realizó la ministra Rosa María Maggi sólo determinó responsabilidad en acciones contra la probidad de los suspendidos ministros de la Corte de Apelaciones de Rancagua, Emilio Elgueta, Marcelo Vásquez y Marcelo Albornoz.
La magistrada propuso para ellos como sanción aumentar la suspensión de sus funciones a cuatro meses, con medio goce de sueldo, y la apertura de un cuaderno de remoción.
En los últimos días, según fuentes de La Radio, por orden del fiscal metropolitano sur, Héctor Barros, se han desarrollado diligencias en el máximo tribunal de O´Higgins, tomando declaraciones como imputados y testigos a funcionarios judiciales, como relatores y secretarios.
Ante la posibilidad de eventuales formalizaciones, por responsabilidades no identificadas por la jueza Maggi, el vocero de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, reconoció que pueden quedar “mal parados”, sin embargo destacó que ambas investigaciones son incomparables.
En la conversación con Radio Bío Bío, Cisternas reconoció que “hay un antes y un después” en el poder judicial tras el escándalo en Rancagua.
Para este viernes el pleno de la Corte Suprema fijó la audiencia donde se discutirán las sanciones contra los tres jueces cuestionados.
El próximo 19 de julio la fiscal re-formalizará por enriquecimiento ilícito y prevaricación al ministro Elgueta.