Las cuentas públicas presidenciales siempre son controvertidas. El oficialismo aplaude. La oposición critica. Y la ciudadanía… no se pone de acuerdo.
Pero si en algo sí coincidieron los espectadores fue en el acierto del nuevo horario del evento, las 20:30 horas. Porque si en 2018 la cuenta cayó a su nivel más bajo de audiencia, con un rating de apenas 18,4 hogares en promedio, este año la vio resurgir hasta 26,4 puntos de rating.
El alza se tradujo en más de un 43% de audiencia que el año pasado, cuando fue transmitida a las 10 de la mañana.
La última vez que se obtuvo niveles semejantes de audiencia fue en 2013 y 2014, cuando la última cuenta pública de Sebastián Piñera y la primera del segundo gobierno de Michelle Bachelet, alcanzaron 26,3 y 26,5 puntos de audiencia, respectivamente.
El éxito del cambio de horario parece haber dado la razón al gobierno, quien siguió el modelo estadounidense, cuya cuenta ante el Congreso también opta por el “horario prime“.
Sin embargo las cuentas distan mucho de recuperar su antiguo lustre. En 2008, el presidente Ricardo Lagos obtuvo el récord de audiencia registrado, con 38 puntos de rating. Eso sí, eran tiempos en que la cuenta pública coincidía con las celebraciones del 21 de mayo.