Patricio González, abuelo de los siete niños chilenos huérfanos que viven en un campamento en Siria, informó que se encuentra en la frontera de ese país con Irak, esperando la documentación para cruzar y avanzar en los trámites de adopción de los menores.
En declaraciones que Patricio entregó a Radio Francia Internacional, mostró su preocupación por el estado de uno de los niños que se encuentra con problemas pulmonares, luego de que sus padres fallecieron en enfrentamientos armados del Estado Islámico.
Su objetivo es llevarlos a Irak y generar una internación provisoria en ese país, cuestionando la decisión de Suecia de catalogar como “peligrosos” a los niños al no permitirles el ingreso al país escandinavo, aseguró Patricio.
La crisis de los medicamentos y la alimentación motivó que Patricio cuestionara el panorama general, quien pudo estar tres horas con ellos la semana pasada, y observó que los campamentos de niños tienen demasiadas carencias, llamando a los organismos internacionales a involucrarse.
Amanda González, hija de Patricio, mantuvo comunicaciones constantes con él hasta el día de su muerte y le insistió que se fueran de ese país. Se encontraban ahí porque su pareja, el noruego Michael Eskramo, era combatiente del Estado Islámico.
En paralelo, la gobernación de Marga Marga esperaba sostener una reunión con la Municipalidad de Villa Alemana y dos hermanas de Patricio, para discutir la posibilidad de tramitar un ingreso de los niños al país. Sin embargo, las familiares del abuelo chileno no llegaron.
Esta tarde se realizará una manifestación pacífica frente a la Embajada de Suecia en Chile, mientras se realiza reunión con el embajador de ese país.