La Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó, con votos clave de la Democracia Cristiana, la idea de legislar la reforma tributaria. Aunque, los legisladores de la falange advirtieron que mantienen su rechazo a la reintegración del sistema.
Por ocho votos a favor y cinco en contra, la Comisión de Hacienda aprobó la idea de legislar en torno al proyecto de modernización tributaria del Ejecutivo.
La idea de legislar fue aprobada con los votos favorables de los tres representantes de la UDI, de los tres RN y de los dos miembros de la DC. En contra se pronunciaron los cinco integrantes de la oposición restantes.
Esto último provocó tensiones al interior de la oposición, ante el respaldo de la Democracia Cristiana, que se alineó para estos efectos con el Gobierno. Incluso, desde el Frente Amplio solicitaron la renuncia a la presidencia de la Cámara de Iván Flores.
No obstante, en la propia falange hasta última hora estuvo en duda cómo votaría el diputado Pablo Lorenzini, quien finalmente -junto a José Miguel Ortiz- aprobó la idea de legislar el proyecto de Reforma Tributaria.
Aunque, como ambos sostienen, eso no implica asegurar en la discusión en particular el respaldo al articulado del proyecto en los términos de La Moneda.
En ese sentido, Ortiz y Lorenzini aseguraron que su voto favorable no obedece a una “orden de partido”, sino que a un planteamiento personal en pro de permitir la continuidad del debate, donde esperan rechazar algunos aspectos y aprobar otros.
“Están los votos para las pymes, adultos mayores y regiones; por otro lado, no hay voto para la integración y la repatriación. El resto veamos como lo mejoramos”, planteó Lorenzini.
“Estoy convencido de que podemos mejorar el proyecto”, afirmó por su parte Ortiz, agregando que “nosotros no estamos por defender a los ricos, como nos están diciendo”.
En este escenario el diputado Pepe Auth, asumiendo con realismo político que lo que cabe ahora es entrar al debate en particular del proyecto, valoró que la señal dada por la Democracia Cristiana apunte a rechazar la integración tributaria, lo cual -a su juicio- permitirá recomponer las relaciones en la oposición.
“Si la razón por la que nosotros votamos en contra es justamente la reintegración, y en consecuencia, si la Democracia Cristiana anuncia desde hoy que votará en contra, la unidad de la oposición estará reconstruida y no necesitaremos cobrarle la palabra porque la han comprometido hoy día”, señaló.
Y aunque en el Gobierno sacan cuentas alegres por la aprobación de la idea de legislar de este proyecto emblemático para la actual administración, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, asume que debe haber espacio para flexibilizar posturas que apunten hacer de la iniciativa una reforma más progresiva.
“Nosotros estamos convencidos que este es un proyecto progresivo, estamos dispuesto a hacerlo más progresivo”, aseguró el titular de Hacienda.
Asimismo, recordó tanto parte del proceso de negociación previo con los legisladores como los beneficios concretos que se obtuvieron de dichas negociaciones y destacó que la iniciativa ha sido valorada por diversos organismos internacionales, como la OCDE y el Fondo Monetario Internacional, así como por entidades nacionales, entre ellas, el gremio de las pymes.
El diputado Monsalve valoró el diálogo desarrollado y los avances anunciados en materia de adultos mayores, pymes y regionalización, pero lamentó que no se llegara a acuerdo en el tema de la integración tributaria.
“Es un espacio de abuso y de desigualdad escondido detrás de las pymes y de las cooperativas”, planteó, asegurando que el mayor impacto afectará a la clase media (boleta electrónica e impuestos al comercio electrónico), en tanto que se devuelve a los tramos más altos”, cuestionó.