Las tensiones de última hora al interior de la oposición se tomaron el Congreso de cara a la votación del proyecto de reforma tributaria en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
Por un lado, el oficialismo busca que se apruebe la idea de legislar la iniciativa, mientras los adversarios han transformado dicha instancia en una prueba de la unidad de la centroizquierda, que busca propinarle una dura derrota a La Moneda.
Lo anterior, tras una extensa pugna entre el Frente Amplio (FA) y la Democracia Cristiana (DC) durante el verano, que por momentos puso en duda el pacto de administración de la Cámara que tenía el sector. Para remediar dicha crisis, firmaron un acuerdo de mínimos comunes entre el FA y la ex Nueva Mayoría, que rápidamente podría quedar en entredicho si la DC apoya una vez más a la administración Piñera.
En las negociaciones de última hora, el jefe de bancada del Partido Socialista, Manuel Monsalve, remarcó que si la Democracia Cristiana opta por respaldar al Ejecutivo, la relación en el sector ya “no será la misma”.
Por su parte, el presidente de la DC, Fuad Chahín, se mostró durante la mañana abierto a respaldar la idea de legislar e incluso valoró que el Gobierno haya recogido algunos de sus planteamientos en materia de pequeñas y medianas empresas, tras la última presentación del ministro Larraín ayer lunes en la Comisión de Hacienda.
Más aún, advirtió que están dispuestos a perder la presidencia de la Cámara por defender sus principios.
Por su parte, el diputado DC Pablo Lorenzini (DC) aseguró que la votación no se trata de un asunto político, sino que se trata de lo que es mejor para el país, por lo que se mostró abierto a votar en el sentido que defina su bancada después de almuerzo.