Sobrevivientes de abusos eclesiásticos en Chile cuestionaron la decisión del Papa Francisco de rechazar la dimisión del cardenal francés Philippe Barbarin. El sacerdote fue condenado a seis meses de cárcel por encubrir delitos contra menores de edad, de los que tuvo conocimiento entre 2014 y 2015.

El Vaticano dejó en manos del purpurado la determinación “que crea más oportuna”, invocando la presunción de inocencia. Todo cuando ya Barbarin decidió retirarse temporalmente del mando del arzobispado de Lyon.

El vocero de la Red de Sobrevivientes de Abusos en Chile, Helmut Kramer, consideró que la decisión del Papa va totalmente en contra de lo comprometido por el pontífice y, en especial, contra la cumbre de obispos celebrada en febrero en el Vaticano.

El experto en temas de la Iglesia, Marcial Sánchez, afirmó que existen posibilidades que el Papa aplique el mismo criterio en Chile, donde dos cardenales son investigados por encubrimiento de delitos sexuales: Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzati.

Sánchez, eso sí, estableció una diferencia entre ambos religiosos y sostuvo que Errázuriz, a diferencia de Ezzati, fue mucho más cercano al Papa. “A Ezzati lo veo como una arzobispo más”, aclaró.

El experto recordó, además, que no es la primera vez que el Papa entrega su respaldo hasta la última instancia a un sacerdote de alto rango, como ocurrió con el caso de George Pell, cardenal condenado a 6 años por abuso sexual.